Los aeropuertos de El Álamo y Campo Real ya tienen parcela
Los informes técnicos revelan problemas de ruido y ambientales
Una parcela situada en los términos municipales de El Álamo y Navalcarnero (entre la carretera M-404 y la radial 5), y otra entre Campo Real y Pozuelo del Rey (atravesada por las carreteras M-209 y la M-224) son los emplazamientos que los técnicos de la Consejería de Transportes e Infraestructuras han elegido para los dos nuevos aeropuertos de la región, según los informes a los que ha tenido acceso EL PAÍS.
Aunque los expertos los eligen como los más idóneos para las instalaciones, también señalan varios inconvenientes, sobre todo de ruido y afecciones ambientales para el entorno. Los dos aeropuertos son fruto de una promesa electoral de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Hasta ahora su equipo ha defendido la construcción sólo por razones económicas. De hecho, ambas iniciativas forman parte de un plan para construir nueve plataformas de distribución de mercancías con conexiones por carretera, ferrocarril y aeropuerto.
Con el primer aeródromo, Álamo-Navalcarnero, el Ejecutivo regional pretende asumir la aviación general (escuela, vuelos privados y deportivos) y, por tanto, absorber el tráfico actual del aeropuerto de Cuatro Vientos y los vuelos de negocios del de la base de Torrejón. No es nuevo que el Gobierno regional pretenda desmantelar el viejo aeródromo del interior de la capital, para lo que ha recalificado sus terrenos como zona verde. Eso ha echado por tierra los planes de su propietario, el Ministerio de Defensa, que pretendía obtener plusvalías de los terrenos, como ya hizo con los cuarteles de Campamento, que serán futuras viviendas.
Para el aeródromo Álamo-Navalcarnero está prevista la reserva de 230 hectáreas de suelo y la construcción de una pista de 2.000 metros. La Consejería de Transportes estudió otras dos posibilidades, que descartó por tener más "afecciones acústicas y medioambientales". Pero los propios técnicos reconocen que en la ubicación elegida el aeropuerto afectará a la cercana urbanización Calypo II, que soportará unos 50 decibelios, el máximo para "áreas de silencio (uso sanitario, docente y cultural)". Añaden que la proximidad con el aeropuerto de Casarrubios (Toledo) puede provocar interferencias en el espacio aéreo.
El otro aeródromo, el de Campo Real, se fija en los terrenos reservados hace 11 años para construir instalaciones alternativas a Barajas, antes de que se optara por levantar la T-4. Se reservaron 8.446 hectáreas de la finca Los Altos de Campo Real. Y, desde entonces, cada seis meses el Ejecutivo regional renueva la prohibición de construir en esos terrenos.
Los informes técnicos no dan una extensión precisa de este territorio para el aeródromo, pero concretan que la pista tendrá una longitud de 3.700 metros y la ubican al norte de la parcela. La consejería estudió también emplazar el aeropuerto en Santorcaz, pero entre las razones que ofrecen los técnicos para descartarlo está la "difícil justificación política del abandono de los terrenos" de Campo Real.
También en este caso los informes apuntan inconvenientes para la parcela seleccionada. Entre ellos, las interferencias con Barajas y Torrejón. "Sería necesario que AENA [el organismo que encargado de los aeropuertos y la navegación aérea] modificara los procedimientos de la operación de entrada de las aeronaves en Barajas en su configuración sur", sugieren. Los técnicos alertan de riesgos medioambientales, al afectar a hábitats naturales de interés prioritario y el sobrevuelo de un lugar de interés comunitario (LIC) y de una zona de especial protección de aves (ZEPA).
Listos en 2011
Los informes técnicos de la Consejería de Transportes calculan en dos años y medio el tiempo preciso para tramitar y construir los dos nuevos aeropuertos. Consideran que podrían estar en funcionamiento a finales de 2011.
El Gobierno regional baraja la opción de que los nuevos aeródromos, -uno en Campo Real y otro entre El Álamo y Navalcarnero- sean declarados de interés general. Así lo anunció Esperanza Aguirre el pasado martes, tras reunirse con la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Entonces dijo que había pedido el visto bueno del ministerio y se lo habían dado. "La declaración de interés general la tiene que dar AENA [Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea]", justificó la presidenta. Después, la ministra sólo explicó que le parecía bien porque los sufragaría íntegramente el Gobierno regional.
Todos los aeropuertos españoles se han declarado de interés general, pero eso supone que su tramitación sea más rápida y sin limitaciones exhaustivas de los estudios de impacto ambiental y de otras afecciones. También las expropiaciones son más rápidas y baratas.
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