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Reportaje:

A Coruña vuelve joven a Veloso

El sexagenario compositor brasileño arrasa en su único concierto gallego

Dejad que los jóvenes se acerquen a él. E incluso los niños como la pequeña de apenas unos cinco años que correteó en el escenario del Palacio de la Ópera de A Coruña para abrazar y fotografiarse con el ídolo de sus padres, un ya sexagenario Caetano Veloso, en los últimos acordes de un atronador y trepidante concierto. Fue intergeneracional en todas sus facetas. En el patio de butacas de una sala llena hasta la bandera -el concierto, organizado por la Fundación Barrié de la Maza, fue gratuito- un público de todas las edades y estratos sociales descubrió el martes por la noche, entre el asombro y el deleite, a un reinventado y rejuvenecido creador del movimiento tropicalista de la década de los 60 quien ahora, vestido informal de cazadora y pantalón vaquero y acompañado de tres músicos que incluso podrían ser sus nietos, toca, canta y baila rock, con arreglos pop, punk y mucho, mucho sonido electrónico.

"Soy famoso en Brasil por decir cosas que desagradan"
"Hablar de derecha e izquierda es tal vez hoy demasiado pretencioso"

Caetano Veloso, a sus 65 años, demostró en A Coruña, donde cerró una pequeña gira por España de tres conciertos, su plenitud y renovación tanto física como artística. Los sonoros, roqueros y crudos temas de su último trabajo, (la abreviación de Você, tú), que compuso en 2006, inspirado por un concierto de The Pixies, en plena separación de su mujer, la empresaria Paula Lavigne, conformó el grueso de su actuación.

Los sonidos electrónicos y arreglos propios de la música de los 80, con una marcada influencia de Lou Reed y Bob Dylan, también acompañan ahora las interpretaciones de sus antiguos éxitos, como Nine out of ten de los años de su exilio en Londres (1972) o el contundente Fora da ordem. Pero sigue dominando su voz, límpida, potente y sutil. Veloso encandiló al público coruñés, que no dejó de ovacionarlo durante las dos horas y cuarto que duró el concierto aunque hiciera oídos sordos a las repetidas y constantes peticiones para que interpretara Fina Estampa. El elegante y pausado cantante de aquel disco, uno de los iconos de sus cuatro décadas de carrera, parece haberse desvanecido con el paso de los años.

El músico de Bahía, que no paró de bailar, saltar e incluso corretear entre las filas del público, tan sólo se permitió un respiro y una vuelta a la melodía de sus principios artísticos para interpretar, sentado sólo a la guitarra, tres canciones, empezando por su versión del clásico mexicano Cucurrucú paloma que Almodóvar convirtió en tema central de su película Hable con ella. Fue uno de los momentos estelares del único concierto que dio Caetano Veloso en "Galiza", una tierra, proclamó, en la que le produce "una grandísima alegría volver a estar" porque aquí, "incluso los que no hablan a diario el gallego entienden el portugués".

Compositor, músico y cantante de renombre internacional, también presume de ser un incontinente hablador al que le gusta opinar sobre todo, y no sólo cuando está en el escenario. "Soy famoso en Brasil por hablar incluso de más", explicó durante su actuación, "estoy acostumbrado a decir cosas que desagradan, aunque no voy a hablar de izquierda y de derecha, palabras que quizás sean pretenciosas en estos tiempos".

Entre el público, el martes, estaban políticos gallegos de todas las ideologías. La conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo; el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras; el jefe superior de Policía, Luis García Mañá; el fiscal jefe de Galicia, Carlos Varela, y el presidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, fueron algunos de las muchas autoridades que no quisieron perderse un concierto que acabó con gran parte de los asistentes arremolinados ante el escenario para cantar y bailar de pie al son del músico de Bahía y sus jóvenes acompañantes: Pedro Sá (guitarra), Marcelo Callado (batería) y el casi adolescente Ricardo Dias Gomes (bajo y piano Rhodes).

Crudas, directas y contundentes son también las letras de sus canciones más recientes que hablan, en un batiburrillo de samba, rock, punk y blues, de orgasmos y erecciones, de conflictos sociales y raciales y también, con un fuerte contenido autobiográfico, de amor y desamor, como el Não me arrependo de você dedicado a su ex pareja. Veloso incluso interpretó dos veces el trepidante y rítmico Odeio você (te odio), "que es también el modo más profundo de decir te quiero", sentenció el cantante.

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