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La Cidade da Cultura seguía sin definir dos años después del concurso

El informe de una auditora constató la escasa planificación del proyecto

La indefinición del proyecto de construcción de la Cidade da Cultura seguía siendo un hecho dos años después del fallo del concurso internacional de ideas que eligió la propuesta arquitectónica del norteamericano Peter Eisenman. Prueba de ello es que en 2001 la consultora Arthur Andersen tuvo que hacer frente a serias "limitaciones" para redactar un estudio sobre el desarrollo económico y financiero del complejo cultural por encargo de la propia Xunta de Galicia, como reconoció ayer en el Parlamento Jesús Valero en nombre de Deloitte & Touche (con la que se fusionó Arthur Andersen).

Valero recurrió a una cita de Eisenman, que entendía el proyecto como "la interpretación de un conjunto de jazz", para explicar que lo que intentaba el informe de Arthur Andersen era "facilitar el pentagrama a un tema escogido". El trabajo, no obstante, tuvo que hacer frente a las limitaciones derivadas de la inexistencia de un presupuesto detallado y a la falta de previsiones de ingresos, porque se redactó sin que hubiese concluido la fase de planificación.

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Prospecciones

El representante de Deloitte advirtió ante la comisión que investiga la gestión de la Cidade da Cultura que el trabajo se basaba en prospecciones, lo que le resta validez en la actualidad. La previsión de asistentes, por ejemplo, cifrada por el estudio en unas 400.000 personas, fue el resultado de evaluar la afluencia generada por el Xacobeo y por el Guggenheim de Bilbao, entonces todavía en sus primeros años.

El informe recopiló la documentación para el plan de inversiones, colaboró en la elaboración de un plan financiero y definió un modelo que fuera util a los gestotes para valorar la actividad y tomar decisiones.

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La intervención de Valero ahondó en la indefinición del proyecto ya señalada por varios de los comparecientes de los últimos días. Ese hecho sirvió para que los portavoces de los grupos repitiesen buena parte de sus argumentos. Xosé Ramón Paz Antón (BNG) consideró demostrado que la puesta en marcha de la Cidade da Cultura se debió más "a una iluminación" de Manuel Fraga y Jesús Pérez Varela que a una "actuación sensata". "Los siguientes pasos", concluyó a la vista del informe de Arthur Andersen, "tampoco ayudaron a la viabilidad técnica y financiera" del proyecto. El mero hecho de haber encargado un informe económico-financiero pone en evidencia que éste no existía, subrayó Paz Antón.

El portavoz socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, destacó tres de las recomendaciones del informe: inscribir el proyecto en una estrategia más amplia (Valero llegó a sugerir que ese fue el éxito del Guggenheim en Bilbao), la construcción de un amplio consenso social y la realización de una gestión transparente. "Lo importante", destacó Leiceaga, es que "la Xunta cayó en todos los errores" sobre los que advertía el informe de Arthur Andersen.

Como en ocasiones anteriores, el representante del PP, Ignacio López-Chaves, volvió a acusar al BNG y al PSdeG de vetar comparecencias y "boicotear" los trabajos de la comisión de investigación. Esta vez se refería a determinados documentos sobre la gestión del actual Gobierno que su grupo ha solicitado y que considera imprescindibles para preguntar al representante de Deloitte, a pesar de que la relación de éste con la Cidade da Cultura se limitó a los años 2000 y 2001.

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