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Reportaje:Fútbol | Octava jornada de Liga

Ronaldinho se queda en casa

Rijkaard reserva al jugador para Glasgow y no jugará hoy en Vila-real

Àngels Piñol

No fue una sorpresa. El Barça sabía que Ronaldinho tenía previsto llegar ayer a Barcelona procedente de Brasil y que no tendría tiempo material de participar en el ensayo para preparar la cita de hoy con el Vila-real (22.00, Tele 5), que acaba de trazar el mejor arranque de su historia en la Liga. Al gaúcho se le esperaba por la mañana y aterrizó al mediodía, cuando sus compañeros ya se habían entrenado y el técnico, Frank Rijkaard, desvelaba en voz alta sus planes. El holandés citó a 18 jugadores y añadió el interrogante de Ronaldinho: "Quiero saber cómo está y que los médicos le vean. Entonces decidiremos". La duda quedó despejada por la tarde, cuando el entrenador y el futbolista se encontraron en el Camp Nou. Aunque Ronaldinho se mostró dispuesto a jugar, Rijkaard prefirió que descansara con vistas al partido del martes, en Glasgow, ante el Rangers en la Liga de Campeones.

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El partido contra el Villarreal se presenta cuanto menos extraño porque ni Riquelme, desterrado en su club -"es un gran jugador; no sé lo que le ha pasado porque está haciendo grandes partidos con Argentina", aseveró Rijkaard-, ni Ronaldinho, a quien no se le está viendo mucho en esta Liga, estarán en el césped. En ocho jornadas, sumando la de este fin de semana, el brasileño se habrá perdido cuatro encuentros: tres por lesión (Sevilla, Zaragoza y Levante) y el de hoy. Y de los otros cuatro sólo ha jugado uno (Racing) completo. Pero son otros tiempos y el Barça ya no depende tanto de su estrella: ha ganado sin problemas las tres citas sin él guiado por la lucidez de Iniesta y la abrumadora eficacia de Messi. Ronaldinho sólo suma 309 minutos en la Liga y es el 12º jugador más utilizado por Rijkaard; en la Champions, acumula 146 y es el séptimo.

De la mano de un Messi estelar, que lleva seis goles en la Liga en cuatro partidos consecutivos y que se ha convetido en pichichi, el Barça quiere consolidar su buena marcha en el campeonato tras encadenar 12 puntos de 12 posibles. Y hoy tiene una asignatura a superar: Rijkaard achacó los dos empates a cero en los dos primeros desplazamientos del torneo (Santander y Osasuna) al escaso tiempo que tuvo para preparar los encuentros por las convocatorias de los internacionales. La misma situación se repite ahora: todos ellos llegaron el jueves, salvo el mexicano Giovani, que lo hizo en la madrugada de ayer. "Espero que no vuelva a ocurrir lo de aquellos partidos", reflexionó Rijkaard; "la imagen que dimos entonces no se correspondía con nuestro trabajo. Nos afectó el parón. Ésta es otra prueba más y habrá que hacer un esfuerzo máximo. No será fácil, pero veo ganas y buena mentalidad en el equipo".

Si no cambia de planes, Rijkaard prescindirá de Giovani, que llegó con un esguince en la costilla -"está destrozado por el cansancio", apuntaron fuentes del vestuario- y hará debutar como titular a Bojan, de 17 años, que hasta ahora ha tenido un concurso anecdótico en la Liga.

No se le presenta al Barça una noche fácil. El equipo de Manuel Pellegrini, que sufre las bajas de Rossi por sanción y Josico por lesión, ocupa la tercera plaza (dos puntos menos) y es un consumado especialista en noquear a los azulgrana. En cuatro temporadas, Rijkaard sólo ha ganado una vez en El Madrigal (2005-06) y las otras tres sufrió una derrota. La última vez que el Barça perdió en la Liga fue precisamente en abril, en Vila-real, donde empezó su decadencia hasta perder el título.

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