_
_
_
_
Reportaje:

Vibraciones para comer y cenar

Los vecinos de Getafe denuncian que el soterramiento de la línea de Cercanías ha provocado ruidos y grietas en centenares de viviendas

Una grieta que recorre la fachada da la bienvenida al número 23 de la calle del Ferrocarril en Getafe (156.320 habitantes). Allí, en el segundo piso, viven Fidel Jiménez y Sagrario Fernández. Ambos rebasan los 60 años. "¿Has visto las grietas de la pared? Pues mira la del techo de nuestra habitación", dicen a modo de presentación. Una línea negra recorre de norte a sur el dormitorio, cortando en dos el techo.

Los achaques de su casa no son producto del tiempo. El culpable, ironía del destino, se dio a conocer precisamente cuando dejó de estar ante sus ojos. Hace siete años, recuerdan, "el día que empezó a circular el tren bajo nuestras casas".

Fidel y Sagrario son dos de los afectados por el soterramiento de la línea de Cercanías a su paso por la localidad de Getafe, que viene provocando problemas de vibraciones y ruido en las viviendas cercanas, al tiempo que, aseguran, está originando la aparición de grietas en paredes, techos y suelos. Son alrededor de 3.000 viviendas, según los afectados. No más de 100, calcula el Ayuntamiento de la localidad.

"Desde hace años me despierto con el tren de las cinco menos veinte de la mañana, el que va de Atocha a Parla para iniciar desde allí el recorrido", explica Fidel. Las continuas vibraciones -más de 200 veces pasa el tren bajo sus casas al día-, unidas al paso del tiempo sin alcanzar una solución y a la psicosis generada en torno a la posibilidad de que los cimientos de sus casas se estén viendo afectados están desgastando a la pareja. En ese momento, un leve temblor sube por los pies y recorre el cuerpo. "¿Lo has sentido? Pues imagínate así todo el día", exclaman.

Fidel destaca que "antes de enterrar las vías, sufríamos el ruido, pero esto es peor". Y otra preocupación: "El tren está deteriorando los cimientos de nuestras casas. Si alguna se cae, ¿qué va a pasar?", reflexiona. El Ayuntamiento de Getafe asegura no tener informes que relacionen las grietas con los trenes.

Reunidos en una comisión, los vecinos exigen que se tomen medidas "inmediatas y definitivas". Para ello, en su opinión, es necesaria la reducción a la mitad de la velocidad del tren a su paso por los 2,8 kilómetros enterrados bajo la calle del Ferrocarril y el paseo de la Estación, así como afinar en el mantenimiento de vías y trenes para evitar rozamientos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Pero no queremos que hagan declaraciones comprometiéndose, queremos que se reúnan todas las partes responsables y que nos lo den todo por escrito", señala el portavoz de los afectados, Joaquín Sánchez, quien ya ha enviado un informe del problema que sufren al Defensor del Pueblo.

El Ayuntamiento, mientras, asegura que, en colaboración con ADIF (administrador de las infraestructuras ferroviarias), pondrán en marcha antes de final de año medidas como la instalación de tacos que amortigüen el paso del tren o la reducción de la velocidad de paso de éste.

Sin embargo, los responsables municipales reconocen que en el trasfondo de los problemas en las viviendas hay una explicación: deficiencias en la obra de soterramiento. Por ello, han pedido a la Comunidad, que cofinanció los trabajos junto al Ayuntamiento, que exija a la empresa que ejecutó el soterramiento que solucione "los vicios ocultos" que han generado las vibraciones. Medio millar de personas se concentraron ayer por la tarde frente al Ayuntamiento para exigir una solución definitiva.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_