Harriet Godfrey, presidenta de honor del Museo de Arte Contemporáneo de Segovia

Harriet Godfrey trabajó incansablemente por la difusión de la obra de su esposo, Esteban Vicente -el único español en la llamada Escuela de Nueva York del expresionismo abstracto en Estados Unidos-, lo que le llevó a ampliar la donación de fondos que ambos hicieron al Museo de Arte Contemporáneo de Segovia, de cuyo patronato era presidenta de honor, y a ceder obras al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Como reconocimiento a su apoyo a la cultura española y al enriquecimiento de su patrimonio artístico, en 1999, le fue concedida la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio. Además, sostenía diversos proyectos relacionados con la investigación médica y la educación, como los de la Mental Health Research Association y la Jerusalem Foundation.

Vinculada desde muy joven al mundo del arte y coleccionista activa, descendiente de una familia de comerciantes judíos procedentes de Europa oriental, hasta poco antes de su fallecimiento en el hospital de Bridgehampton, de Long Island (Estados Unidos), debido a un infarto cerebral, el jueves por la tarde, Harriet vivía pendiente de la ampliación del museo segoviano en el antiguo palacio medieval de Enrique IV, con el fin de perpetuar la memoria artística de Vicente, con quien había contraído matrimonio, en 1957, y con el que permaneció hasta su muerte, en 2001.

Sus cenizas serán trasladadas a Segovia para que descansen junto a las de su esposo, en el jardín del recinto museístico, que se dispone a afrontar una nueva etapa gracias a este matrimonio. El pasado mes de febrero, Harriet firmó con la entonces consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Silvia Clemente, el compromiso de aportar anualmente 280.000 euros para gastos de mantenimiento de las nuevas instalaciones, que se suman a los 230.000 que financia en la actualidad, lo que la convertía en una de las principales patrocinadoras privadas del arte contemporáneo en España.