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Bush pone en apuros a su partido tras vetar una extensión del seguro médico para niños pobres

El veto de la Casa Blanca al incremento de las ayudas a niños sin seguro médico está creando un gran revuelo en EE UU, incluso entre las filas conservadoras, donde muchos electores se están echando las manos a la cabeza por la acción emprendida por el presidente George Bush en nombre de la disciplina fiscal. Los demócratas intentan recabar apoyos entre los republicanos para sacar adelante la iniciativa sin la firma de Bush.

El Congreso, dominado desde comienzos de año por los demócratas, quería dotar el conocido como State Children Health Insurance Program (SCHIP) de un presupuesto de 35.000 millones de dólares (25.000 millones de euros) durante cinco años, para ofrecer a un mayor número de familias seguro médico público y garantizar así la cobertura sanitaria de más niños. El programa cubre en la actualidad a familias con una renta dos veces superior al nivel de pobreza, que está establecido en 41.000 dólares anuales (29.000 euros).

Bush y sus aliados de partido estaban de acuerdo en elevar la financiación de este mecanismo, que ahora asciende a 25.000 millones de dólares (18.000 millones de euros). Pero no querían llegar a tanto como pedían los demócratas. Por eso el presidente recurrió por cuarta vez en su mandato al veto, al considerar que con la formulación planteada se estaba dando ayudas a familias de clase media que sí pueden pagarse un seguro privado. "Los niños pobres antes", remachó.

La clave ahora está en ver hasta qué punto los demócratas serían capaces de recabar apoyos entre sus rivales para sacar adelante la iniciativa sin su firma. Organizaciones como MoveOn.org convocaron por ello, con carácter urgente, concentraciones de protesta por todo el país, para presionar a los legisladores conservadores en el Congreso a que cambien de posición y hagan lo posible para esquivar el veto de Bush.

"Se necesita sólo el apoyo de 15 republicanos para romperlo. Por eso necesitamos demostrar que el público está descontento", dice Rahm Emmanuel, congresista demócrata, quien lamenta que el presidente esté apoyándose en poco más de una docena de republicanos "para negar a los niños el acceso al sistema de salud".

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