Detenida la cúpula de Batasuna
El juez Baltasar Garzón ordenó en la tarde de ayer a las Fuerzas de Seguridad del Estado la detención de 22 personas que formaban la antigua y nueva mesa nacional de Batasuna. Todos los detenidos se encontraban en Segura (Guipúzcoa), donde celebraban una reunión clandestina en la que, según los investigadores, se estaba realizando una especie de traspaso de poderes de la antigua mesa nacional a los nuevos integrantes.
La operación, ordenada por el juez Baltasar Garzón, se inscribe en la causa contra Batasuna por integración en ETA
Entre los capturados figuran Joseba Permach, Juan José Petrikorena y miembros de Ekin y ANV
22 miembros de la antigua y la nueva dirección fueron arrestados durante una reunión en Segura (Guipúzcoa)
Entre los detenidos se encuentran Joseba Permach, Juan José Petrikorena, Rufino Etxeberria, Cruz Aldasoro, Marije Fullaondo y Tomás Elajandro. También figuran miembros de Ekin y de ANV, el partido para el que pidió el voto Batasuna en las últimas elecciones municipales y que no pudo concurrir a más de 133 municipios de Euskadi y Navarra al entender el Tribunal Supremo que sus listas suponían una continuación de la formación ilegalizada.
La redada policial se desarrolló de manera muy rápida. En tres minutos, los agentes detuvieron a las 22 personas que se habían reunido en un local social del Ayuntamiento de Segura para organizar el futuro de Batasuna. Anoche mismo comenzaron a ser conducidos a la comisaría de San Sebastián. Tras el arresto, los agentes comenzaron a registrar los domicilios de todos los detenidos, incluido el de Permach en Zarautz.
La actual Mesa Nacional de Batasuna fue elegida el 18 de marzo del pasado año, cuatro días antes de que ETA anunciara el alto el fuego. Las caras visibles de la Mesa Nacional son Arnaldo Otegi (en prisión desde el 8 de junio), Joseba Permach (arrestado anoche) y Pernando Barrena, quienes actúan como portavoces. Entre los detenidos ayer no se encuentra Barrena, quien hoy tiene previsto participar en una reunión con el Sinn Fein norirlandés. El propio Barrena confirmó a Europa Press que se encontraba anoche en Pamplona.
Los radicales independentistas tienen una fuerte presencia en Segura (Guipúzcoa), el municipio donde Garzón ordenó ayer la redada policial. La policía irrumpió en un local social de este pueblo de 1.200 habitantes donde no pudo presentarse ANV a las pasadas elecciones municipales y se registraron 297 votos nulos (el 38% del total). La lista independiente que logró el 92% de los votos, Segura Lantzen, es una plataforma integrada por miembros de PNV y EA. Tras las elecciones, estos partidos decidieron renunciar a tres de los nueve escaños que habían conseguido. El pueblo se encontraba anoche totalmente tomado por las fuerzas de seguridad y con los accesos cortados.
No era la primera vez que los dirigentes de Batasuna organizaban reuniones clandestinas. La policía tenía conocimiento de la reunión convocada para la noche de ayer y remitió al juez un informe sobre el lugar del encuentro y el objetivo del mismo, al parecer, el traspaso de poderes entre la antigua dirección de la formación ilegalizada y la nueva.
Los dirigentes de Batasuna ya habían sido avisados por el juez de la posibilidad de que fueran detenidos si organizaban encuentros clandestinos. En el último auto de Garzón, ante la petición de las acusaciones populares (Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Asociación Dignidad y Justicia) de que se arrestara a los líderes de la formación ilegalizada por reunirse, el juez señaló que procedería a la detención de los dirigentes independentistas si convocaban reuniones ilegales y secretas.
El delito que el magistrado atribuye a los reunidos es integración en organización terrorista, por el que algunos de los detenidos ayer ya estaban procesados por el propio juez. Tanto el juez como Fiscalía consideran que las reuniones mantenidas durante el "alto el fuego permanente" de la organización terrorista tenían como objetivo el fin de la violencia. Sin embargo, tras la ruptura de la tregua las reuniones tienen un propósito bien diferente, que coadyuva a los fines de la organización terrorista ETA, por lo que debe apreciarse la reiteración delictiva.
La operación ordenada por Garzón se inscribe dentro de la causa 35/2002 abierta contra Batasuna por su vinculación con ETA. El juez decretó hace cinco años la suspensión de su actividad coincidiendo con el proceso abierto por el Gobierno, en aplicación de la Ley de Partidos, y que concluyó con la ilegalización de Batasuna por parte del Tribunal Supremo.
El juez de la Audiencia Nacional ha considerado ahora que todos los dirigentes reunidos ayer en el municipio guipuzcoano de Segura realizaban actividades ilegales. Garzón sostiene que, al ser Batasuna una organización ilegal que tiene suspendidas sus actividades, la reunión de sus dirigentes en el día de ayer podría suponer una reiteración delictiva.
Esto quiere decir que los miembros de la ilegalizada Batasuna que ya estuvieran procesados anteriormente, como Joseba Permach, ingresarán previsiblemente en prisión, mientras que, sobre los restantes, el juez decidirá de acuerdo con su presunta implicación en un delito de pertenencia a organización terrorista. Los detenidos pasarán el próximo domingo a disposición judicial.
En los últimos meses, los jueces han decidido el ingreso en prisión de Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna, y de Juan María Olano, líder de Askatasuna. Garzón ordenó el pasado martes detener también a Joseba Álvarez, otro de los dirigentes de Batasuna, y Oihana Agirre, por convocar una manifestación ilegal. El juez tomará declaración esta mañana a Álvarez y Agirre para decidir si ingresan en prisión. El dirigente de Batasuna está procesado por Garzón por un delito de integración en banda terrorista. Su actuación en la convocatoria de la manifestación ilegal constituye, según el juez, un acto de reiteración delictiva. Por el mismo motivo, Garzón encarceló a Olano.
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