La máscara de Terry

Cuenta Albiol, el central del Valencia, que, en los cuartos de final de la pasada Champions, cada vez que había una jugada a balón parado, el capitán del Chelsea, John Terry, se le acercaba y le estiraba del brazo. Nada extraño si no fuera porque era el brazo herido del defensa del Valencia, que actuó gran parte de la pasada campaña con el escafoides roto. Terry, de 26 años, ha sido en los tres últimos años la prolongación de José Mourinho en el campo, el que presionaba con puño de hierro a compañeros, árbitros y rivales. Pues bien, el que llega lastimado esta vez a la cita es Terry, que se rompió el pómulo derecho el pasado sábado ante el Fulham, fue operado el domingo y quiere jugar con una máscara de protección.

"Sólo hay un hombre en la tierra capaz de jugar un partido como éste tres días después de ser operado: ése es Terry", dijo ayer Villa, delantero del Valencia, como homenaje a uno de los defensas que lo secó en el cruce de la pasada edición. "Terry y Carvalho son los mejores centrales contra los que me he enfrentado", reconoció entonces El Guaje.

En efecto, Terry es uno de los tipos más duros del fútbol europeo. Así lo demostró, en la final de la pasada Copa Carling, cuando recibió una brutal patada en la cara de Dyaby, del Arsenal; fue trasladado al hospital, se le colocó un collarín y una mascarilla de oxígeno y pocas horas después se reunió con sus compañeros para festejar el título.

Para alivio valencianista, se pierde el choque por lesión el centrocampista Lampard. Mientras tanto, la duda para el técnico del Valencia, Quique Flores, está en la portería: Hildebrand o Cañizares, ya recuperado de unas molestias musculares. Otro de los ausentes será el medio portugués Manuel Fernandes por unas molestias en el pubis.