Las becas de 6.000 euros serán para los buenos estudiantes con rentas bajas

Los alumnos de Secundaria con menos recursos económicos y que quieran continuar sus estudios en Bachillerato serán los beneficiarios de la beca que anunció el pasado sábado el presidente de la Junta, Manuel Chaves. La beca será de 6.000 euros repartidos en 10 mensualidades de 600. La intención del PSOE, que presentará esta medida en su programa electoral, es reducir el fracaso escolar y evitar que el abandono temprano de los estudios se produzca por falta de recursos económicos en las familias.

Así, según fuentes del PSOE, la norma, que todavía no está definida, beneficiaría a "aquellos alumnos que tienen buen currículum y una evolución educativa positiva y que no podrían seguir estudiando debido a la mala situación económica de sus familias". "No se va a beneficiar a los que suspendan siete asignaturas", apostillan dichas fuentes.

El viceconsejero de Educación, Sebastián Cano, asegura que todavía quedan por afinar muchos puntos de la medida. "Lo primero que habrá que hacer será establecer una norma para que quede claro como se perfila y a quién va dirigida esta ayuda. Lo que sí está claro es que este apoyo económico tiene dos pilares básicos: que va dirigido a gente con rentas bajas y que se tendrá en cuenta el rendimiento académico y la buena evolución del alumno", Cano.

La promesa electoral fue acogida con distinta suerte por alumnos y profesores. Juan Pedro Hervás tiene 15 años y ya ha decidido poner fin a su etapa como estudiante. Tras cursar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) ha renunciado a los estudios de bachillerato para empezar a buscar trabajo. "Me iré a trabajar al campo, en las olivas de un amigo", comenta Juan Pedro a las puertas del Instituto Sierra Mágina de Mancha Real (Jaén), donde se reencuentra con un grupo de antiguos compañeros de ese centro y del vecino Fuente del Águila.

Cuando se les pregunta por la promesa realizada por Chaves, casi todos coinciden. "Con 600 euros al mes claro que seguiría estudiando, o al menos lo intentaría", asegura Juan Pedro, que encuentra la complicidad de sus amigos. En este instituto, el año pasado había 113 alumnos matriculados en el último curso de ESO, de los que 87 siguen estudiando bachillerato y 26 han decidido dejar los estudios.

La expectativa que ha generado el anuncio del presidente andaluz entre el alumnado de Mancha Real contrasta con el escepticismo de los profesores. "Es una medida antipedagógica; no es un problema de dinero, sino de motivación y de desidia", señala Curra Bago, profesora de segundo curso de bachillerato, que plantea otra idea como alternativa para prolongar la escolarización de los jóvenes: "Sería bueno que no se pudieran examinar del carné de moto o cocho sin que tuvieran al menos el bachillerato", dice la profesora.