"No recuerdo un asedio tan grande"

La historia ha cambiado. El Madrid consiguió ganar en Getafe y Casillas vio reconocido su trabajo. Y es que Bernd Schuster no es Fabio Capello. El alemán no tiene ningún problema en admitir la grandeza de su guardameta: "Nos ha salvado". Su predecesor, en cambio, miraba para otro lado cuando le hacían notar que Casillas realizaba paradas fundamentales. "Yo no he contado tantas", solía decir.

No sólo Schuster alabó anoche el trabajo de Casillas. Michael Laudrup habló de él como "el hombre del partido". Gago pidió que todos le dieran las gracias: "Ha sido quien nos ha permitido irnos con los tres puntos". Lo mismo hizo Robben. Y Marcelo. El protagonista, en cambio, se dedicó a hacer autocrítica y piropear a sus adversarios. Habló de asedio y victoria casi inmerecida. Y dijo que se iría a casa a ver la repetición del partido porque no sabía si había desviado o no el disparo de Del Moral que se fue por encima del larguero.

"Eso de que hay demasiados encuentros no es nada nuevo. Hay que espabilar"

"No recuerdo un asedio tan grande delante de mi portería. Por lo menos, esta temporada", analizó Casillas. "Quiero felicitar a los jugadores del Getafe porque han hecho un gran partido, creado ocasiones de todo tipo y manejado el encuentro como han querido. Han sido superiores y se merecían mucho más de lo que se han llevado", matizó.

A Casillas le gusta tanto el conjunto de Laudrup que no se explica como está tan abajo: "Ha habido momentos en los que venía de todos los lados... Si hubiese sido ante otro equipo, el resultado habría sido distinto. Es que veo la tabla y no me lo creo. Con la cantidad de ocasiones que crea y la calidad de su plantilla...". Pero sabe Casillas que el fútbol se reduce a cifras y resultados. Y, mientras el Madrid marca un gol cada nueve llegadas al área, el Getafe tiene que sumar 60: "Yo confío en Laudrup. En cuanto se desbloqueen ante la portería subirán puestos".

Casillas coincidió con muchos de sus compañeros en que el juego del Madrid se está caracterizando por la lentitud. Pero, mientras Gago lo achaca a la presión de los adversarios y Baptista a la excesiva pérdida de balones, él huye de las excusas y los problemas tácticos: "Eso de que hay demasiados partidos no es nada nuevo. Llevamos ocho años jugando miércoles y sábado. Han venido ocho jugadores nuevos, pero aquí no valen los años de transición. Aquí hay que espabilar desde el primer momento". Y, quizás porque no le toquen, ve bien las rotaciones: "Schuster lo hace bien porque tiene jugadores para todo".