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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Japón

"Necesito un abandono de Hamilton"

Alonso lanza un grito desesperado para intentar alzarse de nuevo con un campeonato que se le escapa de las manos

Consciente de hasta qué punto la situación es complicada, Fernando Alonso lanzó ayer un grito desesperado en su conferencia de prensa y reconoció que sus posibilidades de ganar por tercera vez consecutiva el título mundial de fórmula 1 pasan por que su principal rival, Lewis Hamilton, no puntúe en alguna de las dos carreras que quedan por disputarse. "Necesito un abandono de Hamilton. Y no lo ha sufrido en todo el campeonato", reconoció el español, quien, tras su accidente de ayer, se encuentra a 12 puntos del liderato. "Siendo realista", se reafirmó, "el triunfo final está muy complicado. Debería ganar los dos últimos grandes premios y esperar que él acabe como máximo el quinto. Y en carreras normales eso es imposible. Siempre habrá dos Ferrari y dos McLaren en las primeras posiciones".

"Debería ganar los dos últimos grandes premios y que él acabara quinto"
"Normalmente, imposible. Siempre habrá dos Ferrari y dos McLaren delante"
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Hamilton da la estocada

Las cosas se complicaron sobremanera para Alonso cuando no logró controlar su coche en la 42ª vuelta por culpa de un aquaplaning y acabó estrellándose en la quinta curva. Allí vio cómo se esfumaba la mayor parte de sus ilusiones y cómo el título comenzaba a volar hacia las manos de Hamilton. "¿Presión? No; bueno, quizás más ahora, en la parte final del campeonato, con tantas cosas inusuales como han ocurrido, las declaraciones y las contradeclaraciones, los nervios... Pero la verdad es que, cuando cierras la visera y te sientas en el coche, sólo piensas en correr y ganar. Te olvidas de todo lo demás", advirtió.

Fue un momento triste, una historia de mala suerte, según sus propias palabras. "Pero no el peor, no. Recuerdo que perdí un Campeonato de Europa en los karts. Si ganaba, seguía en el equipo y no tenía que pagar nada; si no, pues igual volvía al colegio. Eran momentos más difíciles. Ahora, quede el segundo, el tercero o el quinto, el año que viene seguiré corriendo, me van a seguir pagando y voy a irme a casa tan contento", agregó Alonso.

Pese a todo, el bicampeón no tira la toalla: "No hay que perder la esperanza. Quedan todavía dos carreras, las de China y Brasil. Y pueden ocurrir muchas cosas. La suerte puede todavía abandonar a Hamilton".

Sin embargo, también Alonso deberá centrarse para evitar problemas. En las tres últimas carreras había mostrado la mejor cara de su conducción y concluido siempre por delante de Hamilton. Pero en Japón las cosas se le torcieron ya en la cronometrada, cuando en su último intento salió a la pista con los neumáticos sin la presión adecuada -teóricamente, por un fallo del equipo-, y durante la carrera todo se le fue complicando por detalles de mala suerte. Su regreso a la pista tras la primera parada fue horrible porque le situó con cuatro pilotos entre Hamilton, que no tuvo este problema, y él. En la 28ª vuelta sufrió un leve despiste. Y luego, en la 35ª, sufrió un encontronazo con Vettel al trazar una curva que le costó un trompo y un deflector dañado. Y más tarde, en la 42ª, llegó el accidente y el abandono.

"Siempre piensas que esas cosas no te van a ocurrir a ti", confesó; "crees que acabarás la carrera, que no habrá problemas. Y, de golpe, lo vives en tu propia piel. En la parada, cargamos el coche de gasolina, pusimos unos 90 kilos, y los neumáticos traseros se degradaron más rápidamente. Hasta que los tuve planos no pude recuperar. Y entonces hacía algunas vueltas que iba al límite y me encontré con aquel aquaplaning. Aceleré en aquel momento y el coche se me fue de atrás. Por desgracia es la única curva [la quinta] en la que no hay una escapatoria de 10 o 15 metros. Y acabé en el muro".

Fue un final inesperado. Alonso se alejó de la pista con la cara compungida, pero saludando al público mientras le trasladaba la moto hacia el taller. Luego, habló para las televisiones y para la prensa española y se marchó rápidamente del circuito con su esposa, Raquel del Rosario, y su representante, Luis García Abad. Se fueron a Tokio. Y comenzó ya a pensar en la próxima carrera. Su cabeza sigue pensando con frialdad, pero sus sentimientos son contrapuestos: quiere seguir luchando, pero sabe que renovar el título es casi un imposible.

El abandono de Fernando Alonso en el GP de Japón agota sus posibilidades de proclamarse por tercera vez campeón del mundo de Fórmula 1.Vídeo: CNN+

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