El Recre maltrata al Deportivo

El Deportivo necesita que el blanco se ponga delante del tiro para conseguir un gol. Si no, no hay manera humana. Da igual a qué delantero se le entregue la responsabilidad de semejante tarea. El Recreativo tampoco andaba mucho mejor en esta suerte. Se había encomendado a Javi Guerrero e incluso, hace unos días, rescató del paro al delantero colombiano Congo por la merma de las lesiones.

Marcar es fácil sobre el papel. Suele hacerlo el que busca la portería con criterio. Así sucedió. Avisó primero el Depor con un par de lanzamientos de Riki, uno con peligro de verdad tras un buen balón que le llevó Guardado hasta el área. Cómo llegó al mexicano es otro asunto. Porque el equipo de Miguel Ángel Lotina no confirmó las señales de mejoría que mostró hace dos jornadas contra el Betis. Sergio no parece en condiciones de gobernar el centro del campo y Verdú, el futbolista que tenía que jugar en la parcela que fuese según Lotina, calentaba banquillo.

El equipo de Lotina, sin dinamita, se llevó una pitada monumental de su público

El Depor empezó con buenas intenciones. Fue un espejismo que duró hasta que tropezó con un Recre que continúa manejando bien la pelota a pesar del cambio de entrenador y de bajas tan sensibles respecto a la pasada temporada como Uche, Viqueira o Cazorla. Camuñas y Martins se alían como si llevasen bailando juntos toda la vida, Varela es un pulmón y Javi Guerrero siempre acude a la cita con el gol en Riazor. Marcó el segundo de cabeza y lleva seis en el templo blanquiazul y ocho al Depor. Fue una delicia. Marquitos encaró en la banda a Barragán, que se limitó a hacerle sombra, centró y Javi Guerrero se lanzó en plancha para ajusticiar al meta israelí.

Tampoco el primer gol del Recre fue fruto de la casualidad. Tras trenzar una buena jugada, el portugués Martins fusiló desde fuera del área a Aouate. El zapatazo se coló por el centro de la portería y de las piernas del portero. Claro que el meta israelí todavía no se había sacudido el susto del zurdazo de Dani Bautista que había escupido con vehemencia el poste. La defensa deportivista, que notó la baja de Lopo, lo vio en primera fila. Sólo les faltó aplaudir la jugada. Y lo merecía.

A partir de ese instante, se descosió un equipo que proclama el propósito de jugar al fútbol de forma decente. Lotina le dio una vuelta al método para conseguirlo, pero le salió un despropósito que se saldó con una pitada monumental. Y van dos. Prescindió de Verdú para que Taborda acompañase a Riki en la delantera. No llegaron los goles porque sólo Guardado tiene claro que hacer con la pelota. Se supo que Sorrentino tiene manos por un cabezazo de Adrián. Poco más, porque al Dépor no le mueven el blanco para marcar. El Recre, que ya goleó la temporada pasada en este campo, maltrató al rival y hasta el debutante Congo estuvo a punto de mojar.