El juez sienta en el banquillo a 6 policías acusados de infligir torturas y lesiones a un detenido

Seis agentes del Cuerpo Nacional de Policía sentados en el banquillo. Ésa es la imagen que se verá el próximo mes de diciembre en la Audiencia de Barcelona, cuando se celebre el juicio contra ellos por los supuestos de delitos de torturas y lesiones por el trato que recibió un detenido en 2004. Entre los acusados figura el jefe de la Brigada Provincial de Información. La fiscalía no acusa, pero aun así, el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona abrió juicio oral contra los agentes. La acusación particular solicita penas que suman cuatro años y medio de cárcel.

Los hechos que motivaron la detención de David Morales González, que entonces tenía 23 años, ocurrieron la noche del 4 de octubre de 2004, cuando una docena de desconocidos arrojaron tres artefactos incendiarios contra la comisaría de policía del barrio de Sants, rociaron los alrededores con gasolina y prendieron fuego a unos contenedores.

A los pocos minutos, Morales fue arrestado y conducido a aquella comisaría por su supuesta participación en los hechos. La acusación particular sostiene que tres de los agentes que serán juzgados "lo golpearon con extrema contundencia repetidamente en diversas partes del cuerpo, hasta el punto de que uno de ellos le propinó una fuerte bofetada con la mano abierta en la oreja derecha".

Según la acusación, ese golpe le produjo a David Morales perforación del tímpano y pérdida de audición. Tuvo que ser atendido en un centro hospitalario y tardó un mes en curar de las diferentes contusiones. Además de los golpes y las amenazas, el detenido recibió un "trato humillante, degradante y vejatorio" porque los policías, sigue relatando la acusación, "pretendían obtener una confesión del detenido e información referente a los otros supuestos autores" del lanzamiento del artefacto.

El Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona abrió juicio oral contra los dos policías que realizaron la detención y contra otro que estaba en comisaría por un supuesto delito de torturas en concurso con otro delito de lesiones. La acusación particular recurrió y solicitó que también se sentaran en el banquillo otros tres agentes que intervinieron en el interrogatorio del detenido, que fue conducido a la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. La Audiencia de Barcelona aceptó el recurso y amplió la lista de acusados. Entre ellos figura el entonces jefe de la Brigada Provincial de Información.

Los interrogatorios

Durante la tramitación judicial del caso, el jefe de la Brigada Provincial declaró que aquella noche estuvo en su despacho, situado en la misma planta que los calabozos, pero que no intervino en los interrogatorios. David Morales negó al juez esta versión y explicó que quien dirigió el interrogatorio fue este cargo policial. La acusación sostiene que se le pueden imputar los mismos delitos de torturas y lesiones, aunque sólo sea por encubrimiento.

Además de Morales, la policía detuvo aquella noche a Eudald Bataller, de 18 años, y Ermengol Madrid, de 19. Los dos pasaron unas semanas en prisión acusados de los lanzamiento de los artefactos, aunque finalmente fueron absueltos por falta de pruebas. El fiscal solicitó para ellos durante el juicio penas que sumaban más de ocho años de cárcel, por los delitos de atentado, desórdenes públicos y daños. Sólo David Morales fue condenado a 40 euros de multa por una falta de daños.