100 días de hiperactividad

La hiperactividad y el trabajo sin descanso han caracterizado los primeros 100 días de trabajo del equipo de Ángeles Muñoz (PP) en Marbella (Málaga). Desde el minuto uno, la primera alcaldesa elegida democráticamente tras el escándalo del caso Malaya comenzó a reunirse con colectivos, acreedores y representantes de todas las administraciones.

El objetivo: darles a conocer la buena disposición del Ayuntamiento y, de paso, pedirles una mano para salvar su preocupante situación económica, con una deuda heredada que oscila entre los 460 y los 500 millones de euros.

Han tomado decisiones muy aplaudidas, como la puesta en marcha de un plan de austeridad municipal o la aprobación inicial del nuevo Plan Urbanístico. En los primeros días, justo antes de que comenzara la temporada estival, iniciaron una campaña de limpieza integral de la ciudad, y han llamado al orden a la concesionaria del transporte público, Autobuses Portillo, para que mejore su servicio bajo amenaza de retirarles el contrato. Sólo en una ocasión, el equipo del PP ha tenido que retirar una de sus medidas: la subida del agua. Ocurrió ayer, justo después de sobrepasar ese tramo de los 100 días definido por muchos políticos como "estado de gracia" de cada nuevo alcalde.

Tras una comisión informativa, en la que se debatieron las alegaciones de IU y PSOE a la subida del agua, el equipo de Gobierno decidió no llevar el asunto al pleno del próximo viernes. El portavoz popular, Félix Romero, explicó que habían encontrado "errores de cálculo" en los informes del interventor en los que basaban su decisión y que prefieren hacer un nuevo estudio antes de proponer la subida. "Esto demuestra que no queremos aprobarlo todo indiscriminadamente", justificó Romero. Para Enrique Monterroso, el único concejal del IU, fue un reconocimiento de que el Ayuntamiento necesita dinero. "Lo que pretendían era ingresar 8 millones de euros a costa de los bolsillos de los ciudadanos", mantuvo. La representante del PSOE se congratuló de que la subida del 43% propuesta por los populares termine rebajándose gracias a las "numerosas irregularidades" detectadas en los informes técnicos, como que el coste de desalación se estaba aplicando al total del agua suministrada y no, como debe ser, a la consumida por los ciudadanos.

Asuntos como el de ayer demuestran que el Ayuntamiento marbellí ha comenzado a funcionar, como el de cualquier otra ciudad, con control opositor incluido. Aún así, quedan pequeños tics, que recuerdan épocas pasadas. Cada vez que se anuncia la asignación de una partida monetaria, los concejales se esfuerzan en dejar claro que se ha hecho por concurso público, con todos los pasos legales. "Aquí no cabe un chanchullo, ni un maletín, ni una comisión, que de eso ya estamos hartos", repite la alcaldesa en sus intervenciones.

Muñoz no se cansa de repetir que la transparencia y la honradez abanderarán su gobierno y resume esta primera etapa con tres palabras: eficacia, normalidad y confianza.