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Duran abre el proceso de su designación como candidato y entierra la crisis con CDC

Enviado especial

"Expreso mi compromiso para que no vuelva a producirse una crisis como la que hemos vivido (con Convergència)". El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, exhibió ayer en Praga, donde se encuentra de viaje con una delegación del partido, su lado más conciliador al referirse a la semana de infarto que ha sacudido los cimientos de la federación nacionalista y que a punto ha estado del divorcio. Con esta promesa, que dada la abrupta historia de Convergència i Unió (CiU) puede resultar de vana a inverosímil, el dirigente democristiano dio públicamente por superada la crisis con sus socios y, por tanto, encabezará la candidatura de CiU a las elecciones generales de marzo.

Duran dijo comprender que a ojos de una parte de la militancia, el acuerdo adoptado el viernes a contrarreloj con Artur Mas parezca endeble y que incluso alguien piense que la federación nacionalista no ha cerrado por completo sus heridas y que éstas volverán a supurar en breve. No en vano, reconoció que la crisis de la pasada semana "ha sido una de las más graves y diferente de las anteriores".

Pero el contenido de esa conversación con Mas, que se prolongó durante cuatro horas, hace sentir optimista a Duran. Sobre todo porque se pusieron encima de la mesa todas las preocupaciones, reproches y preguntas de ambos dirigentes. "Esto no va en coña", manifestó tajante el dirigente democristiano. "Tenemos la firme intención de hacer lo que haga falta y contagiar este ánimo a la gente de los dos partidos para que no haya otra crisis", insistió.

¿Qué harán para que las cosas, a partir de ahora, marchen sobre ruedas? Pues hablar diariamente, sin intermediarios, como hicieron ayer Duran y Mas. Y es que buena parte de la dirección democristiana culpa al círculo de colaboradores de Mas de azuzar las discrepancias para forzar la ruptura de la federación. Estos mismos dirigentes no dudan en apuntar a Oriol Pujol Ferrusola y Felip Puig.

Ayer, todo fueron parabienes para con Mas y su propuesta de refundar el catalanismo y convergir CDC en su casa grande. "Nunca he expresado mi desacuerdo con este planteamiento. Lo entiendo, pero Unió es otra historia, aunque creo que será compatible con la existencia de Unió, que somos dos partidos diferentes". En resumen, Duran dejó claro que no habrá ruptura, pero tampoco queda margen para la fusión o la conversión de CiU en una "única fuerza política" como rezan los acuerdos de federación. "Las aportaciones de los dos (CiU) han de multiplicar (no restar)", abundó.

O sea que a partir de ahora el camino queda expedito para la designación de Duran. El lunes por la tarde se reunirá el comité de campaña -encabezado por la democristiana Joana Ortega y el convergente Oriol Pujol-, el 10 de noviembre el Consejo Nacional de Unió le elegirá como candidato, y será ratificado por la Ejecutiva de CiU y por un Consejo Nacional de la federación a principios de diciembre.

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