Marcel Marceau, mimo
Fascinó al público de los cinco continentes con un arte sin palabras, tierno y conmovedor
El mimo más grande del siglo XX, inventor de un género y un estilo de pantomima teatral que ha creado escuela y leyenda, murió el pasado sábado, día 22, a los 84 años, tras más de seis décadas de actividad ininterrumpida en el terreno teatral. Había nacido el 22 de marzo de 1923 en Estrasburgo, y creó en los años setenta su famosa Escuela de Mimodrama, de la que han salido generaciones de artistas del gesto en silencio.
Considerado el más grande del siglo xx, inventó un género y un estilo de pantomima teatral
Marcel Mangel adoptó el nombre artístico de Marcel Marceau, por el que muy pronto fue conocido mundialmente y por el que será recordado para siempre; le llamaban "el Charles Chaplin de las tablas". Capaz de transmitir humor, ternura, tragedia, belleza, ingenuidad, pálpitos de amor y dolor, Marcel Marceau fue un artista singular y único. Hizo sus primeros estudios en el Liceo Mayor de Estrasburgo, y en el Liceo Fustel de Coulanges. Siguió estudiando en Lille, cuando, por asuntos económicos, su familia se mudó a esa ciudad. Al comenzar la II Guerra Mundial se traslada a Limoges, famosa por sus porcelanas desde el siglo XVIII, y allí se empeñó en el estudio de las artes decorativas y de la pintura manual de la porcelana. A los 17 años ganó un Premio Masson por su pericia en los esmaltes. Al ser movilizado y pasar a la Resistencia (su padre fue capturado por los alemanes y murió en Auschwitz), se ocupó de pasar niños a Suiza, llegando a formar parte de las tropas francesas que ocuparon Alemania, y allí actuó para los soldados hasta la desmovilización de 1946.
El inicio de Marcel Marceau con el mimo está contado por él mismo en su biografía: fue el encuentro casi casual con el maestro y antes artista Etienne Decroux, a la sazón profesor de la Escuela de Charles Dullín. Ya entregado al trabajo con los más pequeños, Marcel entonces dirigía una colonia infantil junto a Eliane Guyon.
Al terminar la guerra se marcha a París, donde pasa por el orfanato Casa de los Niños de Sèvres, con su hermano. Después se gana la vida como monitor de arte dramático para aficionados, toma sus primeras clases profesionales en el Teatro Sarah Bernhardt y poco después es admitido en la compañía de Madeleine Renaud y Jean-Louis Barrault, donde encuentra reconocimiento y protagonismo en el papel de Arlequín dentro de una pantomima de argumento titulada Bautista. Marcel reconocía que su primer público habían sido los huérfanos del orfanato.
Ya en 1947 funda su propio grupo, que basado en el género mímico y en las pantomimas, crece con la idea de producir obras que interesaran por igual a grandes y pequeños en el Teatro de Poche, con sólo 80 butacas de auditorio. Así surge el personaje de Bip, un ser de espíritu quijotesco que le dio popularidad inmediata y que fue su bandera en sus primeras giras por Europa y América. En la década de 1949 a 1959 cristalizó su estilo personal y creó hasta 10 obras mimodramáticas como El abrigo, Muerte antes del alba, El duelo de las tinieblas, Pierrot de Montmartre (que fue llevada al cine) y Una noche de funámbulos, entre otras, donde siempre imperaba un lirismo soterrado y un mensaje de humanística.
Al albor de los años sesenta y al carecer de ayudas oficiales, su compañía entró en crisis y se disolvió. Y fue en Norteamérica, donde ya actuaba en solitario, y donde fue redescubierto en 1955. Una gira de seis meses de éxitos por aquel país le devolvió la sonrisa y los deseos de trabajar. Su estilo también cambiaba, y de sus primeras obras de expresión muda teatral pasó a una reflexiva, influenciado por su descubrimiento de dos teatros ancestrales: el kabuki japonés y el mudra hindú.
Su primera escuela fue la Internacional de Mimo (1969-1971), y retoma la docencia ya en 1978 con la Escuela de Mimodrama Marcel Marceau. En 1990 anuncia el gran mimo que deja las giras para concentrarse en la docencia, pero entre 1991 y 1995 viaja incesantemente por España, Europa, América Latina e Israel. En 1996 dice adiós a la escena latinoamericana (donde era muy querido), en gira por Montevideo, Lima y Caracas. Un año después celebra en París sus 50 años sobre los escenarios.
Era miembro de la Academia de Bellas Artes francesa y tuvo un Premio Molière honorífico. Apareció en varias películas, como Barbarella (1968), y escribió una novela: Pimparello, de índole algo autobiográfica. Estaba orgulloso de su récord de casi 20.000 actuaciones. Llegó a adaptar a su lenguaje a Gogol y a Kafka. Su Pierrot de boca roja y rostro blanquecino es un icono teatral.
Marcel Marceau nunca dejó de pintar acuarelas y dibujar. También realizó algunas series de litografías, pues reconocía sentirse unido a las artes plásticas, como el origen de su carrera, de la que sentía gran influencia junto al cine mudo y a su muy admirado Charles Chaplin, del que vio un filme por primera vez a los cinco años y al que ya entonces imitaba domésticamente. Marceau y Chaplin se encontraron fortuitamente por primera vez en 1967 en el aeropuerto de Orly, en París, y ambos "se hicieron muchas reverencias mutuamente entre risas".
Una de sus obras legendarias es Don Juan (1964), usada por él mismo como materia de estudio y de estilo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.