La televisión del futuro

Javier García Carreño y Jordi Amatller, un catalán y un gaditano, ambos jóvenes, ambos ingenieros y ambos enamorados de Cuenca, eligieron el Centro de Empresas de la ciudad para levantar en él su proyecto de vida: Tmira Solutions, una empresa que ofrece propuestas de alto nivel tecnológico en el entorno de la televisión digital terrestre (TDT) -"ya en 2005, cuando fundamos la compañía, tuvimos claro que queríamos desarrollar un sistema integral que permitiera introducir servicios interactivos en sistemas de televisión...o en otras palabras, capturar contenidos de Internet y transformarlos para ser emitidos por televisión".

Hoy también presente en Brasil y diversos países de Oriente Próximo, Tmira Solutions se gestó un día de verano, en una, en principio, intrascendente charla de piscina. "Estábamos hablando de inventar algo para poder venirnos a Cuenca a vivir y surgió esto..."

La empresa ofrece un sistema integral que permite capturar contenidos de Internet y transformarlos para ser emitidos por televisión

Tmira cuenta con una plantilla formada por 11 personas, casi todos ingenieros, y prevé facturar este año unos 700.000 euros

Trayectoria profesional

Javier y Jordi se habían conocido meses atrás, en la empresa para la que ambos trabajaban desarrollando simuladores para equipamientos de defensa -"aviones, submarinos... cosas así. Participamos en un proyecto conjunto y, a los meses de conocernos, ya hablamos de montar algo"-. Antes de todo eso, Jordi, había desarrollado su trayectoria profesional en ámbitos tan variados como el Instituto de Robótica de Valencia o la empresa Tau -"aquí me especialicé en el tema de la composición de entornos cerámicos virtuales". Siempre inquieto, siempre inventando, Jordi y su socio vieron en la TDT una clara posibilidad de negocio : "nos documentamos acerca del mercado, de las necesidades de inversión... Vimos que sustituyendo el teclado por un simple mando a distancia podría ser interesante ofrecer internet por televisión".

Después de ir a la Feria Internacional de la Tecnología (IBC), que cada año se celebra en Amsterdam -"nos sirvió para empaparnos, para hacer contactos"-, Tmira comienza a andar presentándose a un concurso de ideas innovadoras organizado por el Gobierno de Castilla-La Mancha -"conseguimos el primer premio y nos dieron 5.000 euros y un año de alquiler gratis en el centro de empresas"-.

A partir de entonces todo tiempo era poco a la hora de invertirlo en la empresa -"yo, desde Cádiz me ocupaba de la labor comercial; Jordi, desde aquí, asumió la parte técnica"-. Vacaciones, fines de semana... cualquier oportunidad era buena para reunirse y seguir creciendo -"primero con medios ajenos; más tarde, cuando vimos que no nos aportaban lo que necesitábamos, con tecnología que nosotros desarrollamos"-.

La primera oportunidad surgió en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Participado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el proyecto permite ver cómo funciona una televisión de proximidad, ofreciendo, desde la pantalla del televisor, servicios interactivos, cómo consultar un libro de la biblioteca municipal, ver cuál es la farmacia de guardia más próxima...

Servicio global

Alcázar de San Juan fue el comienzo, pero el concepto de negocio que tenían en Tmira no se había completado todavía -"el ayuntamiento se encargó de facilitar los codificadores, cuando nuestro objetivo era prestar el servicio global: emisión y recepción de contenidos"-.

La oportunidad les llegó con Canal Sur -"nos contrataron para que desarrolláramos contenidos interactivos pero, en este caso, también nos encargaron poner en marcha el sistema de emisión. Fue la ocasión de poder utilizar los equipos que habíamos desarrollado"-.

Este contrato fue el pistoletazo de salida de una carrera empresarial que ha llevado a Tmira a firmar con Xarxa de Televisions Locals de Catalunya -"ofrecemos información actualizada del tráfico de Barcelona, búsqueda de libros en las bibliotecas públicas, información sobre los parques naturales de Cataluña..."-, o implicarse, con otras empresas europeas, en el Proyecto Bacon, consistente en el desarrollo de un canal de T-learning en Brasil.

Con una plantilla formada por 11 personas, casi todos ingenieros, y una tecnología propia basada en código abierto, la evolución y desarrollo de tecnología propia es filosofía de empresa -"nuestro esfuerzo por innovar es constante....por lo que si alguien quiere copiarnos siempre irá por detrás"-. De momento, no les va mal... como demuestran los 700.000 euros que prevén facturar este año.