Secuestrada en Manchester, liberada en Madrid
La policía encuentra en una chabola a una joven rumana de etnia gitana raptada en el Reino Unido
Cuando se la entregaron a su padre, la chica tuvo miedo. Había costado un mes de investigación encontrarla y rescatarla de manos de sus secuestradores. Éstos la habían llevado en coche de Manchester (Inglaterra) a un arrabal de Madrid, donde malvivió en una chabola recibiendo palizas. Sin embargo, una vez resuelto el caso, a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía no les queda del todo claro cuál era el papel de la chica en todo este asunto. Pudieron notar su miedo al reunirse con el padre.
La familia es de origen rumano y de etnia gitana. Viven en Manchester, Reino Unido. La historia comienza el pasado mes de agosto, cuando Salvagen S. viajó a Rumania para asistir a un funeral. Salvagen tiene dos hijas de 14 y 17 años. Estando en su país recibió una llamada de un hermano suyo con la noticia de que una de sus hijas había sido secuestrada.
Cuando se la entregaron a su padre, los policías observaron que le tenía miedo
"A pesar de las palizas, no mostró animadversión hacia los secuestradores"
El primer dato extraño es que el padre denunció primero este secuestro, el 5 de septiembre en Manchester, y cinco días después otro. El hermano pequeño de las niñas relató que había sido testigo de este segundo secuestro, y que tres hombres obligaron a la hermana adolescente a meterse en un coche.
A partir de ese momento, la suerte de ambas chicas sigue caminos distintos. La hermana pequeña permaneció en Manchester, y no consta que sufriera lesiones durante su cautiverio. La otra fue localizada en la Cañada Real Galiana, un barrio marginal de Madrid, molida a palos por sus captores.
Los secuestradores se pusieron en contacto telefónico con el padre. Amenazaron con dedicar a las jóvenes al negocio de la explotación sexual en otros países. Salvagen debía reunirse con ellos en Crowcroft Park, Longsight, cerca de Manchester. Pedían 10.000 libras esterlinas (unos 14.300 euros) como rescate.
La negociación de este rescate llevó varias llamadas más. Una de esas llamadas se produjo desde España. Los captores demostraron al padre que su hija mayor seguía viva poniéndola al teléfono. A la chica le dio tiempo a decir que estaba en España y que recibía palizas.
La menor de las hermanas fue liberada el pasado 14 de septiembre en Manchester. La investigación de la rama española del suceso correspondió al Grupo de Secuestros y Extorsiones de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta). El comisario Pacheco, de la UDEV, explicaba ayer que el estudio de la llamada les llevó hasta la Cañada Real Galiana con bastante precisión. En este barrio chabolista "no se puede hacer vigilancia", decía Pacheco.
El pasado domingo, el padre se desplazó a Madrid para hacer la entrega del rescate de su hija. El lugar pactado era la estación de autobuses de Méndez Álvaro. Allí mismo fueron detenidos dos rumanos. Después se logró identificar la chabola de la Cañada Real donde otro rumano, Florian M., mantenía retenida a la joven. La policía española cree que Florian M. quería iniciar una relación con la joven no consentida por el padre. Tras la liberación, "la chica relató que estaba allí retenida", explicó el comisario.
A pesar de la feliz resolución del suceso, quedan puntos oscuros en la historia que ayer los responsables policiales consultados afirmaban desconocer. Por ejemplo, por qué se separó a las chicas. "No hemos interrogado a la pequeña, porque eso corresponde a la policía británica, y la mayor no lo sabe", indicaba el comisario Pacheco.
De qué manera se saca a una persona secuestrada del Reino Unido y se atraviesa dos países con ella no está claro. La chica, durante el interrogatorio de la policía española, sólo alcanzó a decir que el viaje lo habían hecho en coche. Eso significa que pasaron en un ferry a Francia. No levantaron sospechas. Otro dato observado por el comisario Pacheco es que, "a pesar de las palizas, la joven no mostró animadversión hacia sus secuestradores".
Pero el momento más extraño para los policías españoles fue cuando la adolescente se reunió con su padre. Es el momento más emocionante en cualquier película con secuestro, y sin embargo en esta ocasión "hubo cierta violencia", en palabras del responsable policial. A Pacheco no le cabe duda de que "ella le tenía miedo a su padre". Éste es el dato principal que alimenta la posibilidad de que la muchacha se hubiera dejado secuestrar y de que, en realidad, en el fondo del asunto hubiera una relación sentimental no consentida por el padre. La propia policía británica no estaba del todo segura cuando informó del secuestro a la española, según el comisario.
Los detenidos son cuatro ciudadanos rumanos, según los datos ofrecidos por la policía. Los rumanos y los búlgaros no necesitan ninguna documentación especial para moverse por España desde su ingreso en la Unión Europea el pasado 1 de enero. No constan antecedentes policiales en España de los detenidos.
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