Misma presión, más repliegue

Un gol encajado, 28 remates recibidos -a 9 por partido- y 47 faltas cometidas -15 por encuentro de media-, demuestran que el Barça defiende bien. Pero las sensaciones engañan, y Frank Rijkaard está cargado de razones al advertirlo: "¡Mirad los datos! Defendemos igual de bien que el año pasado". Vistos los números, tiene razón: el curso pasado fue el equipo que menos goles encajó (33, igual que el Getafe), recibió 10 remates de media por partido y cometió 579 faltas, a 15 por duelo, que hicieron del Barcelona el equipo mas limpio del campeonato. Rijkaard asume, en cualquier caso, que en algo debía notarse la inversión del Barcelona en refuerzos: "Hemos fichado a Abidal, Touré, Milito; no es ninguna sorpresa que se hable de nuestra defensa, más bien es una cosa normal".

"Touré hace un trabajo muy posicional. No se trata de llegar, sino de estar", dicen en el club

"El año pasado sufrimos demasiado cuando el rival superaba la línea de presión de nuestra delantera", reconoce Juan Carlos Unzué, ayudante de Rijkaard. "Entendimos que debíamos trabajar el repliegue y por eso tratamos de mejorar los movimientos defensivos para defender también en campo propio", corrobora Eusebio Sacristán, mano derecha del técnico. "Pretendemos jugar siempre en campo ajeno como primera norma para defender, pero sabíamos que era importante mejorar al replegarnos basándonos en una mayor organización", concluye Rijkaard, consciente, como también lo son sus futbolistas, de que el equipo está mostrando mayor solidez defensiva que el año pasado, por lo menos aparentemente. Durante la pretemporada, Rijkaard dedicó especial atención a la transición defensiva tratando de que el triángulo central -los dos zagueros y el medio centro- se juntaran mucho posicionalmente. "Parece que se ha logrado mejorar los repliegues. Puede ser sólo una sensación, pero en cualquier caso, las buenas sensaciones mejoran la confianza", sostiene Unzué, muy satisfecho al conocer un dato: durante el curso pasado al Barcelona sólo le marcaron un gol al remate de un saque de esquina y otro en lanzamientos de falta directa, dos aspectos que el cuerpo técnico trabaja mucho.

"Defender mejor o peor no depende solamente de los cuatro de atrás", insiste Víctor Valdés, que incide en que el primer defensa es el delantero centro. "Cuando el punta presiona, el equipo se contagia", reitera el portero azulgrana, quien advierte del examen que hoy le toca pasar al equipo ante el Sevilla, poseedor de una capacidad ofensiva importante: "El Sevilla defiende y ataca en bloque y eso le hace peligroso. Es un equipo que está haciendo historia, así que el partido será exigente", avisa Valdés, que no encuentra justificación a la sensación general de que el Barcelona ha mejorado su trabajo defensivo.

"Nos estamos cerrando mejor", admite Xavi, que como volante sabe el sacrificio que comporta su situación en la cancha. Precisamente, Xavi y Deco fueron los jugadores que más metros recorrieron ante el Olympique de Lyon. "El interior trabaja mucho", asume Deco. Fue Touré quien más recuperó: "El suyo es un trabajo muy posicional. No se trata de llegar, sino de estar", elogian los técnicos.

"No sé si estamos defendiendo mejor, pero no estamos encajando goles y eso es bueno; que dure", pidió Messi, al que se le está viendo trabajar en defensa bastante más de lo que acostumbraba, tal vez por la exigencia implícita en la ausencia de Eto'o, un ariete que funcionaba como primer defensa. "Defender es mérito del equipo", matiza Gabi Milito, ovacionado ante el Lyon. Como Abidal, a quien se le aplaude por presionar en el Camp Nou.