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Columna
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Sin coches, ja, ja, ja

Busco en Google "Día sin coches", a ver qué opinan los usuarios, y se parte de risa una bloguera, ja ja ja. No se lo cree, claro. Dice que, para empezar, ni te enteras bien de qué día es. Muchos otros achacan el fracaso de la iniciativa en años anteriores a la falta de implicación del Ayuntamiento. De la Comunidad, ni hablamos. El año pasado el Ayuntamiento descartó cortes de tráfico porque consideró que "termina convirtiéndose en una jornada de confusión y molestias al ciudadano". Pero, ¿la jornada sin coches no es una protesta -si bien simbólica- contra la confusión que provocan los coches -no un día, todos- en los ciudadanos?, ¿no es, al menos, una acción -si bien inútil- destinada a resaltar las molestias que causan los coches -no un día, todos- a los ciudadanos? Desde que la propuesta comenzó en París en 1998 y fue incorporada por la Unión Europea en 2000, ¿no se trata de incidir sobre las ventajas de la reducción del tráfico en las ciudades y de potenciar el transporte público? Según un reciente informe de CC OO y UGT, los madrileños tardan el doble en llegar al trabajo si van en transporte público que si usan su coche.

Este año, para colmo, el Día sin Coches, inscrito en la Semana Europea de la Movilidad, se celebrará el sábado 22, es decir, un día no laborable o casi, lo que merma considerablemente su capacidad de impacto en las calles y las conciencias. El Ayuntamiento tiene potestad para cambiar la fecha, como solicitaba el Grupo Municipal Socialista y el Foro por la Movilidad Sostenible de Madrid, pero no lo ha hecho. Una portavoz del área de Movilidad lo explica con gran desparpajo: "Creemos en una idea de la movilidad aplicable a todo el año. No somos partidarios de las medidas de un día". Toma fe. Pero lo más gracioso es el programa de actividades del Ayuntamiento para la Semana en cuestión. El domingo pasado celebró una Fiesta del Transporte Público (ja ja ja), consistente en "actividades dirigidas a los más pequeños con talleres lúdicos, castillos hinchables, juegos y la actuación de los Lunnis. Actividades para jóvenes, como canchas de baloncesto, fútbol o exhibición de bicicletas. Parque de Educación Vial del Cuerpo de Policía Municipal". No me río porque ya me reí hace unas líneas. El martes, inauguración de la exposición Una mirada nueva en el Círculo de Bellas Artes, que recoge una selección de obras del proyecto de integración social Grand Tour. Arte y Movilidad para personas con capacidades diferentes. Mejor no reírse, o reírse por no llorar. El miércoles, se presentó el III Máster en Movilidad Urbana y se entregaron diplomas a los alumnos de la 2ª promoción del máster. Desde luego, tienen curro estos masterizados, ja ja ja. Y, en fin, después de algunos actos más de similar eficacia, el sábado se celebrará, en la calle de Fuencarral y alrededores, el Festival Urbano Pura Vida, "promoción del arte y la cultura mediante la celebración de un evento callejero abierto a todo el público, con objeto de reivindicar la calle como espacio lúdico y de encuentro". Va a estar difícil aparcar por la zona, ja ja ja.

El caso es que, como se ve, y como se sufre a diario, no se hace nada contra una cultura del coche que ya está afectando gravemente a la calidad de vida de la ciudad y que promete un futuro muy oscuro y más bien inmediato: los coches cada vez ocupan más espacio y van más rápido; el transporte provoca el 82% de la contaminación madrileña, de la que el 50% procede de vehículos privados; dichas emisiones aportan su generosa cuota de CO2 al cambio climático; no se construyen estacionamientos públicos en las entradas a la ciudad; las calles no se peatonalizan; los parquímetros se ponen donde no se debe; las bicis (esa quimera que asalta las aceras) no disponen de carriles; no se emprenden campañas de concienciación. Etcétera. Vale. Pero, ¿y los usuarios?, ¿qué hacen los ciudadanos al respecto? Bien poco. Realmente, nada. No he oído a nadie comentar que el sábado no va a coger el coche. Para ir de compras o de copas, por cierto. Imbuidos de una comodidad ciega y mal entendida, los ciudadanos no se apean de los coches y cada vez los eligen más potentes y contaminantes. Creen que no pueden vivir sin él. Que les falta algo si no lo poseen. Que no hacen nada si pasean. Algunos, además, rezongan. Pero podrían protestar: Ecologistas en Acción los convoca el viernes a las 11.00 en Atocha. Porque los ciudadanos debemos recuperar la fe en nuestra acción. Si queremos una ciudad y no una cochedad.

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