_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Movilidad y sostenibilidad

Vitoria era una ciudad sostenible antes de que existiera la Agenda 21. Hasta 200.000 personas vivíamos en una ciudad compacta, donde el transporte público era casi innecesario: comprábamos en el centro o en la calle Gorbea, nos divertíamos en el Casco Viejo, en el Ensanche, en Judizmendi o en la Avenida. Trabajábamos en el centro o en Uritiriasolo, Gamarra o Betoño. Visitábamos a amigos y familiares a 15 minutos andando. Ahora compramos en el Boulevard o en el Gorbeia, nos divertimos allí y en el Buesa Arena; trabajamos en Júndiz, el mayor y más insostenible polígono industrial de Europa, con inmensas avenidas y pequeñas calzadas; visitamos a nuestros amigos en Lakuabizkarra o en Zabalgana, con grandes y desprotegidas calles donde necesitan el coche hasta para comprar el pan. Trasladan a cientos de empleados de la Caja Vital, de Esmaltaciones, de Pemco, de Fournier... a lugares donde no llega el transporte público. Como no llega donde construyen un gran Centro de Interpretación de la Naturaleza, que visitaremos en coche. Y todavía nuestros políticos nos critican por usarlo demasiado, cuando han sido ellos y sus técnicos los que han diseñado esta nueva ciudad donde vivir caminando ya es una excepción. La sostenibilidad no es una cuestión de metros cuadrados de anillo verde, ni de estrangular la ciudad compacta cerrándola sólo para turistas. Debe de ser algo cotidiano y razonable, como lo era la ciudad hace 15 años, y para descubrirlo no hacen falta grandes estudios de movilidad.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_