Inglés y monolingüismo
El lector Asensio Ramírez relata la historia de un niño perdido en las playas de Murcia. Todos los turistas, cuya lengua es de origen románico, lograban entender lo que ocurría. Los ingleses, que por cierto no hablan muchas lenguas, no entendían casi nada. Termina poco menos que dándole la razón a un chiste temerario: que los ingleses o los de habla inglesa sólo son monolingües, con un dejo despectivo.
Invito al lector a alejarse del bello Mediterráneo y recorrer el mundo. Un español, italiano, francés o, para el caso, catalán, si perdieran a su hijo en una plaza en Tokio, Pekín, Oslo, Moscú, New Delhi o gran parte del mundo con excepción de Latinoamérica y algunas regiones mediterráneas, estarían más perdidos que su hijo.
Nos guste o no, casi todo el mundo quiere aprender inglés. Lo necesitan para progresar, para adquirir nuevas culturas y muchas otras razones que, por obvias, doy por entendidas. Que quede claro que dije que casi todo el mundo quiere aprender inglés. Quienes no quieren son los angloparlantes, pues ya lo hablan.
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