Rajoy crea un grupo de notables con gestores jóvenes y barones sin poder

La idea de las caras nuevas para presentarse a las elecciones ha sido una constante en Mariano Rajoy en los últimos meses. Ayer dio un empujón a ese mensaje con la primera reunión del consejo asesor para la elaboración del programa electoral. Un grupo de notables, nueve mujeres y ocho hombres, donde están casi todos los territorios, los barones sin poder -hay cinco presidentes regionales, todos en la oposición- y la siguiente generación de dirigentes, en torno a los 40 años, que llega tras los miembros de la cúpula del partido que, como Rajoy, superan los 50.

Rajoy llegó al poder en el PP sin cambiar prácticamente nada en las estructuras que le había dejado su mentor, José María Aznar. Después perdió las elecciones, y decidió que todo siguiera prácticamente como estaba. Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, las dos personas más estrechamente vinculadas a la última etapa de Aznar y especialmente a la crisis del 11 al 14 de marzo, se convirtieron en los hombres fuertes del partido.

Después, el PP tuvo un congreso, y las cosas cambiaron algo -Rajoy colocó en la dirección a personas sin apenas perfil hasta entonces, como Soraya Sáenz de Santamaría, su mano derecha-, pero el partido y sobre todo su imagen pública siguió en manos de Acebes y Zaplana. El dimitido Josep Piqué pidió una y otra vez, en múltiples entrevistas, que el PP debía multiplicar sus voces, buscar caras nuevas. Y Pedro Arriola, asesor de Rajoy y mago de las encuestas del PP, coincidió con el catalán.

Rajoy compró el mensaje, y lo ha repetido en las últimas semanas, especialmente tras el debate del estado de la nación. Primero nombró coordinador del programa a Juan Costa, que nuevo no es -fue ministro con Aznar-, pero sí para la mayoría de los ciudadanos porque desapareció de la primera fila tras la derrota electoral.

Ayer, el líder del PP dio el empujón definitivo a ese mensaje de la novedad, del recambio dentro del partido, al celebrar la primera reunión del consejo asesor para la elaboración del programa electoral.

En este grupo, que según anunció después Juan Costa se reunirá cada 15 días para elaborar las líneas maestras del texto básico, hay representantes de casi todos los territorios, en una muestra clara de la apuesta de Rajoy por contar con los barones regionales para tratar de ganar las próximas elecciones.

Las 17 personas que lo conforman tienen algunas cosas en común: se trata de dirigentes en torno a los 40 años -algunos aún más jóvenes- y representan a la siguiente generación del partido, la que no está en los maitines -la cúpula que se reúne cada lunes, todos hombres entorno a los 50 y piezas clave del Gobierno de Aznar, con excepción de Alberto Ruiz-Gallardón y Pío García Escudero-.

El mensaje que Rajoy lanza con esto es evidente: el PP tiene cantera y futuro. Aunque también hay, como en cualquier decisión de este estilo, juegos de equilibrio. Rajoy incorporó ayer a la reunión a todos los responsables de área del partido, que han dirigido la formación en la etapa de la oposición y no podían quedar relegados.

La aparición de algunos nombres apunta al interés del líder por colocarlos en las listas electorales. Es el caso la ex ministra Pilar del Castillo -ahora eurodiputada- o Lucía Figar, consejera de Educación de la Comunidad de Madrid. Además de los barones sin poder -María Dolores de Cospedal, Alberto Núñez Feijóo, muy cercano a Rajoy, Rosa Estarás, María San Gil y Daniel Sirera-, están otros dirigentes con proyección como el portavoz de Exteriores, Gustavo de Arístegui; Gerardo Camps, hombre fuerte del Gobierno valenciano; el ratista José Folgado y el secretario general de FAES, Jaime García-Legaz. La fundación que preside Aznar tiene una participación importante en toda la elaboración teórica del PP, y por tanto del programa.

También está el portavoz del PP en las Cortes valencianas, Esteban González Pons, las diputadas Ana Torme y Beatriz Rodríguez-Salmones, la alcaldesa de Zamora, María Rosa Valdeón, el presidente del PP de Córdoba, José Antonio Nieto, y Paula Gómez-Angulo, de Nuevas Generaciones.