Holden lanza a Rusia
El base de origen estadounidense hunde a una Francia en la que Parker falló en los instantes decisivos
Donde estaba Francia está Rusia. La diferencia entre meterse en las semifinales o quedarse fuera de ellas es abismal. Pero las razones que decidieron fueron tan sutiles como un par de tiros libres mal ejecutados o una decisión de final de partido errónea. Son pequeños detalles que culminan un gigantesco trabajo o que lanzan por la borda proyectos enteros. Fueron las estrellas las que la pifiaron. Francia fue la damnificada. Después de haber conseguido la medalla de bronce en el último Europeo y la quinta en el pasado Mundial, iba a por todas, pero volvió a quedar condenada al segundo escalafón por su defectuoso final de partido.
El jugador más valioso de las eliminatorias finales en la NBA y campeón con los Spurs de San Antonio, Tony Parker, falló un tiro libre y, en última instancia, de nuevo en la línea de los tiros francos, con 73-71 en el marcador y menos de dos segundos por jugar, echó a perder la última oportunidad de su equipo al tirar tan descaradamente a fallar que los árbitros dieron el balón a los rusos. Antes había sido Diaw, el alero de los Suns de Phoenix, quien desperdició dos tiros libres en otro momento clave del partido, con 71-69 en el marcador. La línea de tiros libres martirizó al equipo francés, que anotó sólo nueve de los 20 lanzamientos de que dispuso desde allí.
RUSIA 75 - FRANCIA 71
Rusia: Holden (15), Samoylenko (6), Khryapa (16), Kirilenko (6) y Savrasenko (4); Pashutin (11), Morgunov (14), Padius (1) y Monia (2).
Francia: Gomis (5), Parker (15), Diaw (17), Pietrus (8) y Weis (2); Diawara (5), Turiaf (8), Kirksay (8), Ferchaud (3) y Badiane (0).
Árbitros: Zavlanos (Grecia), Belosevic (Serbia) y Ziemblicki (Polonia). Excluyeron por personales a Kirilenko (m. 37).
Unos 6.000 espectadores en el Palacio de los Deportes de Madrid.
1º CUARTO 21-23
2º CUARTO18-19
3º CUARTO 16-14
4º CUARTO 22-15
El conjunto ruso no brillaba desde que quedó segundo en el Mundial de 1998
El partido fue muy igualado. Francia encasquilló el ataque ruso con una defensa en zona. Kirilenko estuvo remiso, muy bien marcado por Diaw, y concluyó con una nefasta hoja de servicios: dos canastas en once lanzamientos. Además, Francia capturó doce balones más. Pero Khryapa y Morgunov sacaron a flote a los rusos.
Claro que quien acabó de darles el empujón definitivo fue Holden, el base estadounidense nacionalizado ruso. Tomó definitivamente el mando de las operaciones y resolvió el dilema que supuso la defensa en zona francesa. Sus puntos devolvieron la manija a los rusos (69-64), aunque los franceses lograron empatar a 69. Pero el mal tino de Diaw y Parker, que ya había fallado tiros libres decisivos en el partido ante Eslovenia, condenaron a Francia.
Rusia vuelve a estar en las semifinales de un torneo internacional, algo que no conseguía desde que obtuvo la medalla de plata en el Mundial de 1998. Han vuelto los rusos, que jugarán mañana la semifinal contra el ganador del partido que enfrenta hoy a Lituania-Croacia.
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