Vigo prepara un homenaje a los 700 asesinados en la Guerra Civil

Setecientas personas fueron asesinadas, paseadas o perdieron la vida después de juicios más que dudosos en Vigo en 1936 y la posterior dictadura de Franco. Esos son los cálculos de la Asociación Viguesa por la Memoria Histórica, integrada, fundamentalmente, por familiares directos de los represaliados. En recuerdo de todos ellos, los miembros de este colectivo preparan un acto "fúnebre y de reparación" previsto para la tarde del próximo sábado en Puxeiros y presidido por el lema O pobo non esquece.

Será en las inmediaciones del lugar en el que el 15 de septiembre de 1936 aparecieron los cadáveres de siete vigueses bien conocidos en la ciudad. Sus muertes fueron una premonición para sus familias, ya que en muchas de ellas hubo más asesinatos, y para los 120.000 habitantes con los que contaban los ayuntamientos de Vigo y de Lavadores por aquel entonces. Los cuerpos quedaron a la vista en una cuneta de la carretera de Ourense, esparcidos en un radio de 300 metros, a la altura de donde hoy se sitúa el Colegio Marcote. Una escultura en granito y una placa con sus nombres señalarán el lugar del terror.