Vacaciones de colegio
El Parlamento de Andalucía, es decir, sus grupos parlamentarios, desperdiciaron la oportunidad de autoimponerse un calendario laboral más exigente cuando aprobaron a mediados de legislatura el nuevo Reglamento de la Cámara. Este asunto no se incluyó en el debate político previo porque no se consideró prioritario y sólo Izquierda Unida defendió, sin fortuna, acortar las largas vacaciones parlamentarias.
Los 109 diputados andaluces, como ocurre en el resto de las asambleas de las comunidades autónomas, no tiene actividad en el mes de enero y tampoco en los veraniegos de julio y agosto, como en los colegios. Esta situación se justifica porque, teóricamente, el parlamentario aprovecha este tiempo de vacaciones para conectar con los electores de las circunscripciones por las que son elegidos y pulsar de primera mano lo que ocurre en sus provincias. Esta tradición decimonónica no se justifica con los medios actuales, cuando la información fluye a una velocidad de vértigo desde cualquier punto y transmitida por múltiples medios.
El calendario de sesiones del Parlamento andaluz en el primer semestre del año ha sido sonrojante, aunque nadie que se sepa se ha sonrojado: se han celebrado ocho plenos (uno de ellos conmemorativo del 28-F, es decir, sin agenda de control, de impulso o legislativa) y se han aprobado siete leyes. Esta agenda fue acordada por unanimidad. Ahora en cuatro meses se pretende aprobar 15.
Los grupos, en su descargo, afirman que en ese periodo se ha celebrado las campañas del referéndum del Estatuto de Autonomía y de las elecciones municipales, a las que los diputados, la mayoría con algún nivel de responsabilidad en sus organizaciones, se dedicaron con plenitud. Mientras que el Estatuto ha estado en el primer plano de la información al Gobierno tampoco le ha interesado activar las leyes con más enganche ciudadano. Por no hablar de la congelación de algunas otras, como la de la reforma de la RTVA para la elección del director general por el Parlamento, por nula voluntad política de sacarla adelante.
¿Se trabaja poco en el Parlamento andaluz? Ningún portavoz asume como afirmación esta interrogante. "Dedicamos más horas de plenos que ningún parlamento autonómico", afirma el socialista Manuel Gracia.
Concha Caballero (IU) mantiene que el "tiempo parlamentario está mal planteado" y que paralizar el Parlamento en los meses de verano "no tiene sentido ni es lógico". Pilar González es de la misma opinión y cree que en enero y julio se debería seguir trabajando. "No me parece que se trabaje poco", afirma la portavoz del Partido Andalucista, "en las comisiones estamos, pero sí habría que distribuir de manera más racional el trabajo".
Esperanza Oña, del PP, lo ve bajo el prisma electoral que se avecina: "Ningún grupo está en contra de habilitar lo que haga falta. El PP presenta el 70% de las iniciativas parlamentarias. Con otro gobierno y otro grupo parlamentario más activo sí habría que hacerlo, pero con lo que tenemos no".
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