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Reportaje:

La crisis que no da la cara

El PSOE de Málaga llama al cierre de filas ante las críticas internas

La ejecutiva del PSOE de Andalucía no quiere movidas internas en sus agrupaciones provinciales. Y así lo hizo saber desde el día posterior a la celebración de las elecciones municipales, sobre todo, en aquellos sitios donde obtuvo malos resultados electorales. Uno de estos lugares fue Málaga, la única provincia donde el PSOE es segunda fuerza política tras el PP. Los socialistas sumaron más alcaldías (50), donde viven 335.398 personas; pero el PP, con tan sólo 17, rige la vida municipal de 948.317. Y eso cuando tanto el Gobierno central como el de Andalucía están destinando más recursos que nunca a financiar proyectos en esta provincia.

Este dato -la falta de capacidad para vender gestión- es la base de la crítica que se está abriendo paso en la agrupación y que la propia secretaria general, Marisa Bustinduy, asumió tras el 27-M como propio. Pero ha habido otras decisiones de la ejecutiva que lidera que han provocado malestar como la de ratificar para el gobierno de la Diputación a candidatos que perdieron las elecciones, lo que algunos interpretaron como la peor forma de asumir responsabilidades ante el electorado.

El presidente de la Diputación califica de "impresentable" a un delegado de la Junta

Este malestar, como siempre empieza ocurriendo en el PSOE, no se manifiesta donde tiene que manifestarse, es decir, en los órganos decisión. Los dos comités provinciales celebrados en junio y julio aprobaron tanto el nombramiento de Salvador Pendón como presidente de la Diputación como la gestión de la ejecutiva. Lo que ha empezado a preocupar -de hecho Bustinduy sacó el debate en una reunión celebrada el lunes- es la circulación de extensos anónimos electrónicos contra la dirección provincial, sobre los que nadie tiene la certeza de quién pudiera estar detrás.

La circulación de estos correros de un autodenominado colectivo Pablo Iglesia ha coincidido con un nuevo enfrentamiento entre el delegado de Medio Ambiente de la Junta, Ignacio Trillo, y Salvador Pendón, que además es miembro de la ejecutiva regional. En una conferencia de prensa, Pendón acusó a Trillo de "atacar" al PSOE con mensajes de móvil. Pendón contó que el delegado de la Junta, muy aficionado a los SMS, le había criticado por censurar al presidente del PP malagueño, Joaquín Ramírez, por dejar la Diputación tras no haber logrado la presidencia del ente.

"Es lamentable que alguien que pertenece al PSOE y con cargo institucional se dedique a atacar a la única voz del partido que se había pronunciado sobre la decisión de Ramírez en lugar de criticar la falta de coherencia del presidente del PP", dijo Pendón. Es "impresentable", reiteró ayer a este periódico.

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Aunque la ejecutiva provincial no ha conseguido que la consejera de Medio Ambiente destituyera a Trillo, sí ha logrado que desde el Gobierno andaluz se le dé un toque de atención. "Yo no sé a quién representa Trillo en el partido, pero sí a quién representa Pendón", afirmaron fuentes de la ejecutiva regional respaldando a este último.

La verdadera fuerza del colectivo Pablo Iglesias es un misterio. "Pueden ser tres y un ordenador", asegura Marisa Bustinduy, quien afirma haber recibido más apoyos que nunca en los últimos días y sostiene que hay "una crisis inventada". Pendón, curtido en las batallas internas, reprocha a los críticos que no den la cara. "Es como una oposición espectral. Cuando estábamos en la pelea de guerristas y renovadores dábamos ruedas de prensa y comunicados", recuerda. Ambos dirigentes aseguran que ahora lo que toca es vender gestión y ganar las elecciones autonómicas y generales.

En eso parecen estar de acuerdo veteranos dirigentes, ya que el PSOE se perdonan poco las peleas internas ante una cita con las urnas. Otra cosa será cuando toque el congreso en el verano de 2008. Entonces puede que los espectros se manifiesten.

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