Green y los antidivos
El héroe de Israel quiere repetir sus hazañas ante Croacia y Serbia
Los júniors de oro, los que ganaron el Mundial de la categoría en 1999 y después, ya en su plena madurez, vencieron en el Mundial absoluto del año pasado, tenían un equipo especialmente atravesado. Era el de Israel. Yaniv Green y Tal Burstein eran los líderes de aquella selección de promesas israelí que llevó de cabeza al equipo nodriza español. Luego, todo cambió. La prueba: el palmarés español y el tortuoso camino de los israelíes, que, por ejemplo, tuvieron que jugar una repesca en Palma de Mallorca para ocupar el último puesto vacante entre los 16 contendientes en el Eurobasket. Serbia y Croacia pagaron el exceso de confianza ante un rival sin estrellas, pero en el que en esos dos partidos destacó por encima de todos Yaniv Green.
"Cuando éramos unos chavales, ya jugábamos contra Gasol. Llevamos toda la vida como rivales"
"Cuando éramos unos chavales, ya jugábamos contra Gasol. Parece que llevamos toda la vida como rivales. Por entonces, España ya tenía un equipo de referencia y por eso tiene más mérito que les ganáramos dos veces", cuenta Green, el pívot de 2,06 metros y 27 años que derritió a los serbios y a los croatas con dos sensacionales actuaciones en las que sumó un total de 43 puntos y 28 rebotes. Ya más creciditos, los israelíes perdieron ante los españoles en los Europeos de 2001 y 2003, pero la última vez que se vieron las caras, en Belgrado hace dos años, volvieron a sorprender y derrotaron a la selección española por 77-85.
Green opina de Gasol: "Ya nos hacía daño en las categorías inferiores y ahora está jugando a un nivel excelente y triunfando en la NBA. A menudo, me ha tocado marcarle y sé que es un jugador muy difícil de parar". La carrera de Green ha sido muy diferente a la de Gasol. Su momento de máximo esplendor lo pasó en el Maccabi de Tel Aviv, al que llegó procedente del equipo del otro extremo de la ciudad, el Hapoel, y con el que ganó la Euroliga en 2005. Un año antes, recibió una invitación para participar en el campo de entrenamiento de los Pistons de Detroit. El pasado verano aceptó la oferta del remoto Samara, un equipo ruso cuya referencia más conocida es la de su entrenador, Tijonenko, jugador internacional de la antigua URSS.
"Ante Croacia jugamos nuestro mejor partido en la competición", afirma Green, que en las derrotas ante Rusia y Portugal sólo sumó ocho puntos; "la clave para nosotros es defender a tope todas las jugadas porque no contamos con jugadores tan altos como otras selecciones". El equipo israelí, en el que causaron baja Tal Burstein y Jamie Arnold, tal vez sus dos máximas estrellas, se basa en la dirección de Tapiro y la capacidad anotadora de Halperin mientras que bajo los aros cuenta con Green y una joven promesa, Lior Eliyahu. Hará bien el equipo español en no fiarse de un rival que acostumbra a atravesársele.
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