PSOE y BNG sellaron en Ourense un acuerdo de coalición
El pacto contradice la tesis de "áreas blindadas" dentro del bipartito
El Gobierno orensano no es un bipartito de "áreas blindadas". El documento aprobado por socialistas y nacionalistas para asegurar la gobernabilidad del ayuntamiento repite seis veces el término "gobierno de coalición" y en ningún caso hace referencia a la existencia de áreas impenetrables para alguna de las dos partes. Sí alude a la necesidad de que este "órgano único y colegiado" actúe con "cohesión, lealtad y apoyo mutuo".
A la vista del documento suscrito por el PSdeG y BNG para asumir el gobierno municipal de la ciudad, la crisis desatada la semana pasada no es más que una cuestión de ajuste. La ejecutiva provincial del PSOE ha advertido ya de que "no existe tal crisis", sino un problema de "engranaje" de las dos formaciones que deben acostumbrarse a "asumir su papel".
La entrevista que el alcalde, Francisco Rodríguez, mantuvo el martes con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, para desbloquear las obras del recinto cultural de San Francisco fue calificada por el BNG de "usurpación de funciones". Los ediles del BNG -responsables de la concejalía de Cultura- consideraron que el regidor había interferido en sus áreas, "que están blindadas", apuntaron, e interpretaron su encuentro con el ministro como un acto de deslealtad y de vulneración del acuerdo. Amparándose en esto anunciaron que vetarían la presencia del regidor en la comisión de seguimiento de las obras del recinto cultural propuesta por él mismo.
Pero el documento firmado por ambas partes para constituir "un gobierno de coalición" señala que cada formación política mantendrá su autonomía de actuación "en lo que exceda a la gestión municipal" y sometiéndose a las normas generales y a las decisiones corporativas que "garanticen el funcionamiento unitario" del gobierno municipal.
Además, entre los criterios para el funcionamiento del gobierno de coalición el acuerdo establece el "principio de eficacia", destacando que "primará la agilidad, eficacia y eficiencia" en la gestión en beneficio de los ciudadanos.
Los nacionalistas son responsables del área de Cultura, no obstante, es el alcalde quien en la estructura municipal "delega las funciones en las concejalías que, desde luego, gozan de plena autonomía para hacer sus propuestas y, una vez ratificadas, ejecutarlas", señalan desde el PSOE.
Tanto socialistas como nacionalistas reconocieron, después de firmado el pacto de gobierno, que el reparto de áreas se había realizado valorando la coincidencia con las parcelas que ostentaban cada uno de ellos en el gobierno de la Xunta y en el central.
Pero el engranaje es complejo. Mientras los nacionalistas reclaman el blindaje de sus parcelas, los socialistas advierten que el gobierno local es transversal. Los socios orensanos se enfrentarán pronto a otra prueba de convivencia a través del desarrollo del plan termal, liderado por el BNG y aprobado por unanimidad en el pleno del pasado viernes.
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