Italia y Grecia mejorarán

Serbia, la segunda selección que ha sido más veces campeona de Europa, ha sido eliminada de la fase final de Madrid y, por tanto, no participará en los Juegos Olímpicos de Pekín. Desde el Europeo de Suecia 2003, los serbios han cambiado cuatro entrenadores (Vujosevic, Obradovic, Sakota y Slavnic) con resultados desastrosos en las competiciones internacionales. La fractura interna entre las diversas escuelas técnicas existentes en el país, la renuncia a jugar con la camiseta de su país de muchos jugadores NBA, el primero Stojakovic, y la inconsistencia de muchos jóvenes, muy prometedores, son la causa de la caída de la más grande potencia baloncestística de Europa. Los óptimos resultados de los juveniles, campeones de Europa este verano, de los sub 16 hasta los sub 20, ofrecen una esperanza para el futuro. Pero creo que será fundamental que la Federación defina qué liderazgo técnico desea de cara al próximo ciclo olímpico.

El ataque español, el mejor con 86 puntos de media, ante una defensa que concede sólo 64

Dos selecciones con gran potencial, Grecia e Italia, han ofrecido prestaciones inciertas tanto desde el punto de vista ofensivo como defensivo. Sorprende que Grecia no haya logrado alcanzar los 70 puntos en dos partidos. Creo que para los griegos no será sencillo encontrar un equilibrio entre la necesidad de involucrar a Papadopoulos en el poste bajo (incluso no anotó en el partido contra Rusia) y la amenaza perimetral de Papaloukas, Spanoulis y Diamantidis. El uso reiterado del pick and roll y el abuso del bote, esta vez han limitado la circulación de balón de los griegos con resultados claramente negativos. Pese a todo, es un equipo experto que, sin duda, encontrará en la segunda fase la motivación suficiente para mejorar la calidad de su juego.

También en Italia ha habido problemas de química: Recalcati ha tenido que conjuntar a dos jóvenes estrellas de la NBA, Belinelli y Bargnani, con veteranos que han logrado grandes victorias. En el equipo azzurro los problemas más patentes son la gran dificultad para contener las penetraciones con bote de los adversarios y, desde el punto de vista ofensivo, la falta de un jugador peligroso en el juego de espaldas a canasta. La selección de mi país depende mucho de los porcentajes de tiro de los exteriores, pero, en el pasado, siempre ha elevado el rendimiento en la segunda fase de la competición. Mi pronóstico es que así lo hará también en Madrid.

Rusia y Eslovenia han logrado su pase a la fase siguiente sin conocer la derrota. Rusia, después de una fase de preparación muy irregular en el juego y en los resultados, ha encontrado el equilibrio y la confianza en torno a Kirilenko, único jugador en dobles figuras de media en puntos y en rebotes. Su habilidad para jugar lejos y cerca de canasta puede ser difícil de contrarrestar incluso para los próximos rivales.

A Eslovenia le faltan muchos jugadores, pero ha recuperado a Smodis, clave en muchos de los éxitos del CSKA de Moscú. Es un equipo equilibrado, que se basa en el juego de los altos o usa el pick and roll de Lakovic. Un banquillo corto y la inexperiencia de algunos jóvenes podrían condicionarla en las fases sucesivas.

Finalmente, un merecido aplauso para Portugal, clasificada por primera vez para la fase final de un Europeo, y para Israel, que incluso provenía del torneo de clasificación. Al margen de los resultados, han sorprendido por la cohesión de equipo demostrada, por la preparación táctica necesaria para cubrir las propias limitaciones y por la férrea voluntad de sobreponerse con orgullo a todos los pronósticos negativos.