Jane Tomlinson, activista contra el cáncer

Jane Tomlinson, de 43 años, perdió ayer su larga batalla contra el cáncer, pero se ganó para siempre el recuerdo y el cariño de los británicos. Esta mujer tímida y menuda supo hace siete años que sufría un cáncer de mama que había llegado a la irreversible fase de la metástasis. Los médicos le dieron seis meses de vida, pero ella no se resignó y empezó entonces no sólo una guerra personal contra la enfermedad, sino una campaña para recaudar fondos que la llevó a recorrer miles de kilómetros andando, corriendo, nadando o pedaleando.

En compañía de su marido, subió en bicicleta al mítico monte Ventoux, en Francia, y recorrió a pedaladas Estados Unidos. Corrió el maratón de Londres y otras carreras británicas, como la Ironman UK Triathlon y la Gran Ruta del Norte. Y todo lo hizo para demostrar a otros enfermos de cáncer que las ganas de vivir pueden dejar en evidencia los pronósticos médicos, o al menos alargar durante años las expectativas de vida. Con su actividad, a menudo febril, consiguió recaudar más de dos millones de euros destinados a investigaciones sobre el cáncer.

Madre de tres hijos, la reina Isabel II premió en junio pasado sus esfuerzos otorgándole el título de Comendadora de la Orden del Imperio Británico (CBE), que ella recogió en palacio con su sonrisa de siempre pese a su creciente debilidad.

Ayer, el primer ministro británico, Gordon Brown, glosó la figura de Jane Tomlinson: "Su misión en la vida fue simplemente una: hacer cada día lo máximo posible para ayudar a los demás. Siempre recordaremos su increíble espíritu y su fortaleza y su excepcional trabajo de caridad, y será cada día un motivo de inspiración para nuestra generación, para luchar contra el terrible azote del cáncer".

"Todos sabíamos que Jane se sentía invencible, pero que este día era inevitable", evocó ayer su familia. "Hace siete años, su objetivo era dejar entre nosotros un recuerdo fantástico. Nunca imaginamos lo fantástico que llegaría a ser".