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Demandan a la perrita millonaria

Una empleada de la fallecida Leona Helmsley pide una indemnización por los mordiscos de 'Trouble'

Zamfira Sfara trabajó para la fallecida multimillonaria Leona Helmsley tres meses del año 2004. Durante ese tiempo dice que sufrió varias mordeduras del perro de la extravagante señora, una pequeña perrita que le regalaron a la hostelera y que lleva un curioso nombre Trouble (Problema).

Pero Trouble no tendrá problema ni dificultades para subsistir. Su dueña, la multimillonaria neoyorquina Helmsley, que falleció el pasado 20 de agosto, le dejó en herencia una fortuna de 12 millones de dólares (8,8 millones de euros).

Trouble es una perra de raza maltés y se hace millonaria a los ocho años de edad, mientras que dos de los cuatro nietos de Helmsley, bautizada por la prensa neoyorquina significativamente como "La Reina de la Mezquindad", no reciben un centavo.

Cuenta Sfara que en una ocasión, volvía de viaje hacia su casa y el perro estaba en el regazo de su dueña en la limusina. Sfara desplazó su brazo para coger un pañuelo de papel y el perro le mordió la mano. Le hizo sangre, señaló a The New York Times. Sfara afirma que el perro mordió también a guardaespaldas, cuidadores y hasta a un huésped del hotel. Al perro no lo gustaba que hubiera gente cerca. Su dueña decía que era su primer guardaespaldas.

Zamfira Sfara ya demandó a su patrona por uno de los mordiscos del polémico perro, pero el juez desestimó el caso en 2005 por considerar que no estaba obligada a compensar a su empleada. Ésta dice que aún sufre de ansiedad por el caso y que tiene que llevar una muñequera en su brazo derecho.

Sfara y su hijo de 27 años, Remus Pop, están en contacto con una firma de abogados para reabrir el caso y pedir, en este caso al propio perro, una indemnización.

La acaudalada Helmsley, quien creó un imperio hotelero e inmobiliario y escasamente se mostraba en público sin Trouble, decidió igualmente que cuando muera su perrita sea enterrada junto a ella y su esposo en el lujoso panteón de la familia en Nueva York.

Hasta que llegue ese día, el hermano de Helmsley se hará cargo, por disposición del testamento de la anciana, de satisfacer todas y cada una de las necesidades de la mascota y hacer que Trouble ladre de felicidad hasta que le corresponda mudarse al cementerio de Sleepy Hollow.

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