Vigo y Pekín, unidas por el arte
La viguesa Carme Nogueira recrea un bazar oriental en el Instituto Cervantes de China
Dos de las características más habituales del arte contemporáneo son su facilidad para romper fronteras y la capacidad para analizar fenómenos sociales desde perspectivas distintas a las de otras disciplinas. Ambas están presentes en la trayectoria artística de la artista viguesa Carme Nogueira, que inaugura hoy una exposición en la sede del Instituto Cervantes de Pekín. A través del uso del vídeo, la arquitectura y la fotografía, la artista continúa sus reflexiones sobre el espacio público y las alteraciones del contexto urbano.
En esta ocasión el proyecto de Nogueira cuenta con dos partes bien diferenciadas. Una intervención site-specific que se realiza en la fachada del instituto y una instalación en el interior. Para la intervención en la calle la artista adopta el papel de enviada cultura y realiza un reparto de camisetas que llevan la inscripción Próspera, que alude al nombre de un conocido bazar chino ubicado en una calle de Vigo.
Resulta irónico que en realidad la artista reparta camisetas gallegas que fueron realizadas en Asia y que vuelven a su lugar de origen. "Me interesa ver la reacción de la gente y trabajar en un espacio que se mueve entre el ámbito de lo público y de lo privado", explica Nogueira.
La artista apunta que la respuesta del público será muy diferente cuando realice la misma acción en Vigo, a partir de febrero de 2008. "A los cinco minutos de empezar ya había una persona ayudándome a repartir las camisetas y cuando yo me fui, la gente perdió totalmente el interés por lo que estaba pasando. Probablemente en España ocurrirá todo lo contrario porque nuestras costumbres son diferentes", explica la artista viguesa, que se encuentra en Pekín.
Ya dentro del instituto, Nogueira presenta una instalación con dos proyecciones en las que se hace referencia a binomios como dentro/fuera, interior/exterior y Pekín/Vigo. Una pared blanca construida con cajas sirve como metáfora del conflicto entre lo comunitario y lo privado, "que es una de las claves de la transformación actual de la ciudad".
La pieza se completa con una serie de cajas con fotografías que plantean un recorrido por la sala jugando con la perspectiva. Se crea un itinerario laberíntico que alude a una ordenación del espacio cotidiano muy habitual en Pekín. Al finalizar el recorrido se superponen las diferentes alturas de las cajas formando una imagen que se relaciona con la ordenación típica de un almacén, evocando los bazares chinos de Vigo. Más allá de lo estético, el proyecto pretende una reflexión sobre el fenómeno de la inmigración y sobre la formación de grupos cerrados de inmigrantes en las ciudades que los acogen.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.