Grande sin grandeza
El Valencia gana sin apenas juego a un Almería al que no le bastaron sus mejores intenciones
El Almería ya sabe que en la elite hay dos campeonatos paralelos. La semana anterior venció con brillantez al Depor, un equipo de su Liga. Ayer en su estadio se topó con un Valencia espeso, casi vulgar, sin apenas intención ni fútbol. Y se llevó los tres puntos. El conjunto de Quique juega otra Liga distinta. Con poco le vale para alcanzar los puntos. Como un grande.
El Valencia se ha caracterizado en los últimos tiempos por ser un grupo compacto y laborioso. Pero ayer, a esfuerzo no le iba a ganar al Almería en su presentación ante su afición en su regreso a Primera tras 26 años de ausencia. El partido se tenía que destrabar por fútbol más que por esfuerzo. La diferencia entre un Valencia práctico y simple a un Valencia exquisito y arrollador, depende demasiado de David Silva. La ligereza mental y de piernas del jugador canario desatasca en mil ocasiones el fútbol espeso y plano del conjunto valencianista que de vez en cuando suele mostrar. Como ayer. A Silva le costó entrar en el encuentro. En parte porque sus compañeros estaban más pendientes de contener los ataques del rival que de intentar buscar la meta de Cobeño. El que sí apareció en los primeros instantes fue Corona. El jugador formado en la cantera del Madrid y llegado al cuadro andaluz la temporada pasada procedente del Zaragoza, se puso el traje de Silva para darle réplica. A los 19 minutos realizó un precioso eslalon que culminó con un duro disparo que se estrelló en travesaño.
ALMERÍA 1 - VALENCIA 2
Almería: Cobeño; Bruno, Carlos García, Pulido, Mané; Soriano (Felipe Melo, m. 79), Juanito, Corona, ; Juanma Ortiz (Kalo Uche, m. 64) Negredo y Crusat. No utilizados: Diego Alves, López Rekarte, José Ortiz, Natalio y Kalo Uche.
Valencia: Cañizares; Caneira, Alexis, Albiol, Moretti; Angulo, Albelda, Baraja (Marchena, m. 60), Mata (Arizmendi, m. 76); Silva y Morientes (Manuel Fernandes, m. 90). No utilizados: Hildebrand, Miguel, Helguera y Sunny.
Goles: 1- 0. M. 46. Disparo raso de Morientes a pase de Baraja. 1-1. M. 63. Negredo de cabeza. 1-2. M. 80. Remate de cabeza de Moretti.
Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Soriano, Albelda, Morientes, Crusat y Felipe Melo.
Unos 22.000 espectadores en el estadio Juegos Mediterráneos.
El fuelle del Almería fue menguando con el paso de los minutos, cuando Silva decidió aparecer y sus compañeros buscarle. El problema es que sus socios en las bandas no eran ni el sancionado Joaquín ni Vicente, el eterno lesionado. En el flanco derecho, a Angulo no se le reconoce por su capacidad de desborde y asociación. Por el costado izquierdo, debutaba Mata al que le podía la timidez, así como el trabajo defensivo que le dio Bruno, el lateral derecho criado en la cantera del Espanyol.
Sancionado también Villa, al que no le hacen falta ni espacios, ni participar activamente en el juego para encontrar el gol, al Valencia le faltaban recursos creativos y ofensivos para decantar el choque, que dio en el primer periodo unos datos ficticios. El Valencia amortiguó como pudo las embestidas del Almería, trabajado y agresivo, a pesar de que el esférico le pertenecía. Y lo administraba sin apenas criterio.
A falta de Villa, Morientes, al que no se le puede tildar de recambio. Apenas se había iniciado el segundo periodo y el Valencia se adelantara en el marcador. Hizo falta que por una vez Baraja se descolgara en ataque y cediese el balón a Morientes que desde el borde del área enganchó un disparo envenenado ante el que Cobeño nada pudo hacer. Fue el primer tiro del Valencia entre los tres palos. Fue la primera llegada nítida. Fue de los pocos balones que tocó Morientes y que le define como lo que es: un goleador, una raza especial de futbolista por la cual los equipos se desviven por encontrar. El Valencia a veces parece rudo, a veces dinámico y dulce. Pero siempre que estén en el terreno de juego, Morientes o Villa, tiene gol, lo que cunde en el fútbol.
Conseguido el objetivo de adelantarse en el marcador, a Quique le dio por acorazar a su equipo retirando a Baraja por Marchena. Una clara declaración de intenciones que le salió rana a las primeras de cambio. Negredo dio replica a Morientes al rematar sin oposición un saque de esquina. La emoción del Almería, que buscaba sin reparo la victoria, quedó frustrada con el gol de Moretti cuando faltaban diez minutos para finalizar el encuentro. En el segundo remate del Valencia en el partido que venció como un grande sin grandeza.
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