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Crónica:Fútbol | Segunda jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Vuelve el Barça camaleónico

Los azulgrana abaten a un inocente Athletic después de un buen primer tiempo y una mala segunda parte

Ramon Besa

De regreso a casa, el Barcelona recuperó el punto de grandeza que exige un estadio de la solemnidad del Camp Nou y también la ingenuidad que acostumbra a concederse cuando se siente a gusto con el partido y se desentiende del contrario y del marcador. Ayer dejó que el intervencionismo del árbitro cobrara una importancia desmesurada si se atiende a la jerarquía que tuvo en el encuentro sobre un rival menor. Fue más y mejor equipo el Barça que el Athletic y, sin embargo, el colegiado apuntó dos goles en el casillero local que darán para mucha cháchara en las tertulias. Así acostumbra a ser el Barça de Rijkaard, capaz de oficiar dos partidos opuestos en uno, espléndido al inicio y aborrecible al final, confundido nuevamente por los cambios, incapaz de cerrar el choque con la contundencia y autoridad de los campeones.

BARCELONA 3 - ATHLETIC 1

Barcelona: Valdés; Zambrotta, Oleguer, Márquez, Abidal; Xavi, Touré, Deco (Iniesta, m. 66); Messi, Henry (Giovani, m. 60) y Ronaldinho (Gabi Milito, m. 77). Jugadores no utilizados: Jorquera, Thuram, Ezquerro y Sylvinho.

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Gabilondo (Vélez, m. 46), Tiko (Iñaki Muñoz, m. 57), Javi Martínez, David López; Susaeta (Cuéllar, m. 80); y Aduriz. Jugadores no utilizados: Aranzubía, Expósito, Llorente y Murillo.

Goles: 1-0. M.7 Ronaldinho, de falta. 2-0. M.34. Ronaldinho, de penalti señalado tras chocar Iraizoz con Henry. 2-1. M.71. Susaeta recoge un rechace de Valdés. 3-1. M.72. Ronaldinho deja para Touré y el volante remata a la cruceta desde fuera del área; el árbitro da gol a instancias del linier por entender que balón superó la línea de meta.

Árbitro: Megía Dávila. Amonestó a Deco, Iraizoz, Susaeta. Expulsó a Márquez (m. 76) por doble amonestación y mostó la roja directa a Koikili por una entrada sobre Giovani (m.80).

Unos 76.000 espectadores en el Camp Nou.

El árbitro se equivocó al conceder un gol a Touré y pitó un penalti a Henry que no pareció falta
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Goles para João

Al equipo le gustan los terrenos anchos y grandes, los escenarios que no permiten el camuflaje, sino que los futbolistas queden retratados como especialistas, siempre requeridos por una afición muy puñetera. No es fácil jugar en una cancha como la azulgrana. Al Athletic, mejorado respecto al año pasado, aún le queda un poco para enfrentar con garantías un partido como el que le planteó el Barça, que, por lo demás, tuvo el viento a favor desde el inicio porque los goles llegaron pronto y el árbitro siempre pitó a su favor en las jugadas de duda. Aunque los barcelonistas no están en forma, se mire como local o como forastero, su respuesta a las demandas de la jornada fue bastante satisfactoria.

Escarmentado de Santander, el Barça se corrigió desde la alineación y tanto el planteamiento de partido como la organización y el despliegue del grupo en el campo resultaron tan efectivos como divertidos. La declaración de intenciones era tan estimable que el marcador le dio la razón nada más empezar el encuentro. Márquez le da autoridad, categoría y salida al equipo desde su área mientras que Deco le proporciona consistencia y garantiza una transición más rápida en terreno ajeno. Jugó muy junto el Barcelona, de manera atrevida, dinámica y concentrada, con una buena línea de presión y más rápido que en El Sardinero. Apretó nada más calzarse las botas y cedió el Athletic, flojo por los costados, desbordado por Abidal, que creó situaciones de superioridad en la banda con gestos técnicos propios de un extremo, y cegado por Ronaldinho, que funcionó como falso delantero centro.

Ausente Eto'o, el Gaucho barrió el frente de ataque, empeñado en sacar una asistencia o una falta de cada una de sus jugadas, convencido de que los partidos se deciden a balón parado. Ronaldinho transformó magistralmente una falta que le hizo Iraola en la primera llegada azulgrana: remató de rosca, potente y preciso, a la escuadra defendida por el portero, aturdido por el disparo. Alérgico a la banda, sitio en que sólo vale el desborde o el regate, el brasileño se ha convertido en un francotirador, de manera que a cada partido mejora el tiro en los libres directos. Ronaldinho es hoy el mejor pistolero del Camp Nou. Apostado en el balcón del área, difícilmente da continuidad a la jugada, sino que a veces busca que le tiren y en otras habilita a los puntas. Así, ayer le puso una pelota de gol a Henry, que chocó malamente con Gorka.

Al colegiado le dio por pitar penalti, decisión que pareció exagerada, y no porque el portero sangrara por el impacto sino porque al francés, excelente a la hora de darle profundidad al juego y salida al cuero, le faltó tino. Ronaldinho no perdonó y puso el partido prácticamente imposible para el Athletic. Ocurrió, sin embargo, que por la misma razón que el Barça había recuperado el nervio y la intensidad en ataque, se volvió vulnerable en cuanto se destensó y reculó hasta su área, terreno en que sus desatenciones son reiterativas. Erró Valdés en un rechace frontal, cuando la acción demandaba un despeje lateral, y Susaeta se encontró con un gol que ponía a los vascos en el partido. Hasta que quiso el auxiliar, que dio gol en un disparo a la cruceta de Touré, soberbio en la suerte de la media distancia, cuando el balón pareció que no rebasaba la línea de meta.

La decisión puso a salvo al Barça, mal remendado desde el banquillo y desencadenó una trifulca en el campo, con las expulsiones de Márquez y Koikili. El Athletic se sentía estafado mientras el Barcelona se preguntaba cómo se había desenchufado tan lamentablemente desde del descanso. No supo descansar con la pelota. Volvió por momentos el circo, con Messi y el debutante Giovani de trapecistas, muy lúdicos y divertidos en la cancha, sin suerte de cara al gol. Aunque superior en el juego, al Barça le costó demasiado generar ocasiones, encontrar el punto final a las jugadas y se pareció demasiado a Henry, un delantero que baila tan bien como mal remata, situación que agranda de mala manera el protagonismo arbitral. No merecía el Barcelona un final polémico en un partido sencillo. Vuelve el Barça camaleónico.

Ronaldinho celebra uno de los goles que dedicó a su hijo.
Ronaldinho celebra uno de los goles que dedicó a su hijo.REUTERS
Victoria fácil del Barcelona ante un Athletic que apenas puso a prueba a Victor Valdés. Los locales se adelantaron pronto, con un buen lanzamiento de falta de Ronaldinho que repitió, de penalti, a la media hora. Aunque los bilbaínos recortaron distancias, un gol fantasma de Touré Yaya sentenció el choque.Vídeo: ELPAIS.com

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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