"Baso la posición política de mi personaje en Arnold Schwarzenegger"
Rob Lowe (Virginia, 1964) ha subido de escalafón y ha añadido un nuevo éxito a su relanzada carrera como actor de televisión con Cinco hermanos, la serie estadounidense que emiten Fox (sábados, 21.00) y Cuatro (martes, 23.10). Responsable de comunicación del presidente Bartlet en El ala oeste de la Casa Blanca, Lowe apunta de nuevo hacia Washington en su papel de senador republicano por el estado de California. Cuando entró en Cinco hermanos -en noviembre de 2006- la audiencia se disparó, obligando a los productores a reconducir la saga familiar para asegurar la presencia indefinida del personaje de Lowe. Veterano de Hollywood, con fuertes altibajos en su carrera profesional, el actor hace poca gala del estricto código de conducta californiano. En su última visita a Londres, durante la promoción de la segunda temporada de la serie, dejó un fuerte rastro de tabaco en los pasillos que conducían a su habitación de un lujoso hotel. "Bienvenida a mi guarida. Aquí sólo se pueden fumar puros, puros Partigas", dice tentadoramente.
Pregunta. ¿En quién modeló la caracterización de su personaje, el senador Robert McCallister?
Respuesta. Pensé en mucha gente. Cada vez que un actor interpreta a un idealizado candidato a la presidencia de Estados Unidos siempre tiene en la mente alguna imagen icónica de los Kennedy. Después me detuve un poquito en Ronald Reagan por su origen californiano y en Bill Clinton porque no conozco mejor orador público que él. Todo el mundo -tanto hombres como mujeres- se siente inmediatamente atraído hacia Clinton. Y, claro, también pensé en el presidente Bartlet, de El ala oeste de la Casa Blanca.
P. ¿Y en Arnold Schwarzenegger, a quien usted ayudó en las campañas electorales?
R. Pienso en él a la hora de decidir la posición política de mi personaje. Arnie representa la nueva versión de político republicano y, en ese sentido, McCallister se parece mucho a él. Quiere construir la economía californiana en torno a la energía verde, trabaja para que la gente controle sus vidas, sin depender del Gobierno. Eso es el nuevo republicanismo.
P. ¿Sorprenderá en Europa una serie con dos republicanos entre los personajes principales?
R. No hay que olvidar al personaje de Sally Field, una hippy a la antigua usanza, liberal y demócrata. Es bueno tener voces tan variadas en la serie. Lo sorprendente es que los dos personajes republicanos ofrecen una perspectiva honesta y respetuosa de la vida homosexual en Estados Unidos.
P. Sí, además de las referencias a la guerra de Irak y otras cuestiones de actualidad.
R. Forman parte del debate mundial y, particularmente, de lo que implica ser estadounidense hoy en día. La gente habla sobre las repercusiones de la guerra, se cuestiona si deberíamos estar en Irak o discute sobre cómo poner fin al conflicto y sobre las repercusiones de la retirada de nuestras tropas. Los padres se preguntan cómo reaccionarían si su hijo o su hija fuera homosexual... Son cuestiones legítimas y me enorgullece que se traten en Cinco hermanos. Son temas que los grandes estudios de cine intentan evitar.
P. ¿Qué contribuyó al auge de audiencia en EE UU desde que usted entró en la serie?
R. La serie estaba en su punto de despegue cuando yo entré en escena. Tropezó en un principio, retomó el camino y comenzaba entonces a ser el programa que debía ser. El momento de mi entrada fue perfecto, oportuno. La serie necesitaba un personaje que pudiera ampliar el alcance de la narrativa, que pudiera sacar a los personajes del comedor de casa y transportarles a un mundo de helicópteros, esplendor, romance y poder. Necesitaban más mundo y más historias, y esto lo hizo posible el candidato presidencial de California.
P. Pero su senador estaba originalmente pensado para sobrevivir un par de episodios.
R. Sí, es cierto, aunque sospechaban que daría para más. De hecho, me querían en la serie indefinidamente desde el primer día. Pero antes de firmar el contrato, quise asegurarme de que McCallister era realmente el personaje que todos imaginábamos sobre el papel. A los tres episodios, firmé ya para el resto de la serie.
P. ¿A qué se debió tanta cautela por su parte?
R. La experiencia me ha demostrado que triunfar es duro. No basta con tener un reparto de lujo. El guión también debe estar a la altura de las circunstancias. Un actor sólo puede ser tan bueno como sus diálogos.
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