Desconexión total
SI HA DESCONECTADO USTED durante el verano, quédese tranquilo: España sigue ahí, sin romperse. Rajoy sigue ahí, sin romperse (en el momento de cerrar esta edición); Ruiz-Gallardón sigue ahí también. Sin romperse. Los que intentan romperle también siguen ahí. El Gobierno sigue en la misma línea que dejó antes del verano: el reparto gracioso de dinero público. Tras los 2.500 euros por hijo, promete ayudas para los alquileres. Tanta generosidad es sospechosa, dirá más de uno. No, hombre. Es que hay elecciones. Eso también sigue. Antes del verano se explicaba todo por las elecciones. Después del verano se explica todo por las elecciones. ¿Entonces? ¿Todo es igual? ¿Nada cambia? ¿Todo es? ¡Falso! Hay algo que sí ha cambiado en España. Precisamente ha cambiado el cambio climático, que ya no es causante de un terrible verano de calor, como antes, sino causante de un terrible verano fresquito. España iba para Mauritania y se ha quedado en Dinamarca. Salvo en los servicios públicos de Cataluña, donde seguimos caminando con paso firme hacia Mauritania.
España iba para Mauritania y se ha quedado en Dinamarca. Salvo en los servicios públicos de Cataluña
Ese debate también lo mantenemos: ¿la culpa de que los trenes vayan mal es de los catalanes por ensimismarse o es del resto de los españoles por haber abandonado a Cataluña? ¿Nos hemos ensimismado los catalanes por sentirnos abandonados, o nos han abandonado por ensimismados y pesados? ¿Nos fallan los trenes porque sólo nos preocupamos del Estatut o nos preocupamos del Estatut porque nos fallan los trenes y estamos hasta las catenarias? Con esta costumbre hispano-española de encontrar culpables en lugar de soluciones, mientras se debate de quién es la culpa, lo único seguro es que los trenes van mal. En cuanto a la luz, es una incógnita. Como en las películas del Lejano Oeste: la luz, insegura; los trenes, una aventura. (Idea: transporte por diligencia, iluminación por candelabros. Cataluña parque temático o plató de cine. Si hubo spaguetti-western, ¿por qué no el pambtomàquet-western?).
También es muy interesante constatar que la cantidad de administraciones que conviven en Cataluña resultan muy útiles para los propios administradores, que siempre pueden señalar a otro cuando llega un problema. Otra idea: sobre los varios niveles administrativos, añádase otro: una Administración que fuera la que cargara con las culpas. O un director general de marrones. Alguien que dimitiera. Alguien a quien se le dijera: "Mira, te nombramos, pero que sepas que te lo vas a comer todo. Se trata de evitar que la gente piense que nadie responde. Hay alguien en la Administración que sí responde. Ese alguien eres tú. Respondes. Por todo".
Somos favoritos para ganar el campeonato europeo de baloncesto. Una vez más, mañana nos haremos la pregunta: ¿por qué sí en baloncesto, por qué sí en balonmano, por qué no en fútbol? ¿No era que España no tiene identidad, no era que el himno carece de letra y por eso los deportistas no sienten el aliento, el impulso, el afán? ¡Ah! Navarra no se ha roto, ni ha dejado de ser Navarra. Los socialistas han facilitado el gobierno de UPN, que ahora quiere alejarse del PP y no considera a Zapatero aliado de los terroristas de ETA. Para una cosa que sí ha cambiado, casi me la olvido.
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