El centro de masas del saltador
Patilargos, relativamente altos y poco pesados. Es la selección natural que hace el salto de altura, una prueba que no permite que la constitución de los atletas se aleje de los cánones. Aquí no vale, como en baloncesto, decir que algunos bases son bajos y eso puede ser una ventaja. O como en rugby, que si eres veloz puedes jugar de delantero. El salto se fija en hasta dónde llegas, sin importarle desde dónde partiste.
Los biomecánicos usamos el término de centro de masas para referirnos a un punto que la mayoría de mortales tenemos entre el 55 y 57% de la estatura cuando estamos de pie (algo inferior al ombligo). Ese lugar no se podría tatuar porque no corresponde a ninguna parte concreta. No es un punto fijo, sino que emigra cuando cambiamos de posición. Incluso variará si hemos ganado o perdido masa en unas extremidades. Lo usamos para dar explicaciones y hacer cálculos de equilibrios y desplazamientos. Así, el salto de altura consistirá en dos partes: la primera será intentar abandonar el suelo, al final de la batida, con el centro de masas muy alto. La segunda, no derribar el listón y que esté situado por arriba de la altura máxima que consigue el centro de masas en el vuelo. La segunda parte se puede explicar como intentar pasar el cuerpo por encima del listón mientras el centro de masas se queda a su misma altura o un poco por debajo (uno o dos centímetros). El estilo Fosbury flop, a diferencia del rodillo ventral, permite que eso pueda suceder y en todas las competiciones de alto nivel siempre hay algún atleta que lo consigue, aunque lo habitual es lo contrario: que pase unos pocos centímetros por arriba. Al final de la batida el saltador levanta los brazos y la pierna no apoyada en el suelo, con lo que consigue partir de más arriba, pero además eleva la posición del centro de masas hasta el 70% de su estatura. Aquí el Fosbury flop parte de una pequeña desventaja porque ni los brazos ni la pierna levantada elevan tanto como en el rodillo ventral el centro de masas.
Los 192 centímetros de estatura de Ruth, unidos a su técnica y buenas cualidades físicas permiten que pensemos en mejorar el récord de España de 2,02.
Xavier Aguado Jódar es Biomecánico de la Facultad de Ciencias del Deporte, Universidad de Castilla-La Mancha (xavier.aguado@uclm.es).
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