_
_
_
_

El gran secreto de Miller

El dramaturgo estadounidense ocultó que tenía un hijo con síndrome de Down

El escritor Arthur Miller protestó contra la guerra de Vietnam, luchó contra los abusos que su Gobierno perpetró contra los comunistas, estuvo siempre del lado de los desfavorecidos, pero repudió a su propio hijo por ser un discapacitado mental.

Según publica la revista Vanity Fair en su número de este mes, el autor de obras universales como Muerte de un viajante tuvo un hijo con síndrome de Down en 1966, fruto de su matrimonio con la fotógrafa Inge Morath, a la que conoció durante el rodaje de Vidas rebeldes cuando aún estaba casado con la protagonista de aquel filme, Marilyn Monroe. Morath tuvo primero una hija, Rebecca Miller, hoy una reconocida cineasta, y luego llegó Daniel, quien cuatro días después de nacer, y pese a la oposición de Inge Morath, sería depositado en un orfanato y eliminado por completo de la vida pública y privada del escritor. "Nunca se ha publicado una fotografía suya, pero quienes conocen a Daniel Miller dicen que se parece a su padre". Así arranca un extenso reportaje de investigación que por primera vez saca a la luz los detalles de la oscura relación entre el escritor y su hijo secreto. Rebecca Miller asegura que Daniel es hoy "parte de la familia", pero nunca lo fue mientras su padre estuvo vivo.

Con fama de ególatra, frío y orgulloso, el escritor escondió públicamente la existencia de aquel hijo que no parecía ser compatible con su vida de dramaturgo e intelectual de referencia. Ni siquiera lo menciona en su libro de memorias, Timebends. Sin embargo, seis semanas antes de morir, a los 89 años, Miller quiso enmendar 40 años de ausencias y decidió incluir a Daniel en su testamento, repartiendo su riqueza a partes iguales entre sus cuatro hijos (además de Rebecca y Daniel, también fue padre de Jane y Robert, fruto de su matrimonio con Mary Slattery).

Daniel, quien llegó a participar en los Juegos Paralímpicos compitiendo en categorías como esquí y ciclismo, creció solo en diferentes instituciones y no conoció a su padre hasta 1995, cuando durante un acto público en el que el escritor iba a hablar en defensa de un discapacitado mental acusado de asesinato, Daniel subió al escenario y abrazó a Miller.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_