Las fiestas no se tocan

Algete se aferra a su antiguo ferial. Cientos de vecinos se reunieron ayer frente al Ayuntamiento para reclamar que el Consistorio no traslade sus fiestas. "El lugar al que quieren desplazar las ferias es una ratonera de la que, como haya algún problema, no se podrá salir más que por un sitio", afirma una de las manifestantes.

Así es. El terreno al que se quiere trasladar el ferial, a unos 200 metros del lugar en el que se celebraron las fiestas en 2006, es una parcela hundida en la tierra, rodeada en tres de sus cuatro costados por terraplenes con cuestas pronunciadas de varios metros de altura. Esta colina artificial, entre unos pocos árboles y una hilera de viviendas, es el terreno elegido por el gobierno municipal para "acercar las fiestas al pueblo", que tendrán lugar entre el 13 y el 17 de septiembre.

Según los vecinos, la idea del traslado nace de la necesidad de los negocios céntricos de tener más próximo el recinto ferial para reactivar el comercio en la localidad. "En origen no sería una mala idea", afirma Diana, algeteña de 32 años, "pero así no consiguen nada: no han traído las ferias al centro, están igual de lejos que el año pasado pero, además, junto a zonas residenciales".

Para lograr este enclave, el municipio inició unas obras, durante el mes de julio, en las que se talaron ramas de árboles y se sustituyó la arena por zahorra y grava. Las obras, según la oposición, se iniciaron durante el verano. Los vecinos narran cómo salieron de vacaciones dejando un parque junto a sus casas y regresaron, semanas más tarde, "con un terreno cimentado y con nuestros árboles mutilados". Muchos de los árboles de la polémica zona verde, situada entre las urbanizaciones de Valderrey y Nuevo Algete, los plantaron allí los propios vecinos.

El PSOE denuncia que las obras no cuentan con anteproyecto previo, estudio presupuestario ni informe de impacto medioambiental. La alcaldesa, Inmaculada Juárez (PP), replica que existe un informe técnico a disposición de los vecinos y de la oposición, y que la ley establece que es innecesaria la declaración de impacto ambiental en estos casos.

La alarma vecinal ha llegado a la calle a través de varios documentos en los que distintos vecinos manifiestan sus inquietudes. La disposición de los cables de alta tensión sobre las zonas de instalación de atracciones les preocupa, por su riesgo de incendio. Además, José Rodríguez Barrientos, portavoz del PSOE, aseguró ayer que la zona "carece de iluminación, por lo que los técnicos del Ayuntamiento han comentado su pretensión de colocar unos generadores entre la arboleda para garantizar el suministro". Otro riesgo más, según los vecinos, de que puedan arder las matas secas que ha dejado el verano.

La zona en que se ubicaría el ferial, de seguir adelante la iniciativa popular, quedaría entre dos zonas residenciales con dificultades de aparcamiento, ya que se encuentran vados en las salidas de las cocheras y en varias avenidas. Según la oposición, la Policía Local no tiene aún órdenes claras sobre cómo actuar si se llenan los vados de coches estacionados.

La cercanía a las viviendas de Nuevo Algete y Valderrey supondrá, según los vecinos, molestias de ruido que se sumarán a las producidas por los aviones de Barajas. "El recinto ferial está a menos de tres metros de mi casa", se queja una vecina; "van a poner una caseta al lado de mi jardín; llegarán los humos, olores y ruidos, por no hablar de los actos vandálicos o invasiones que puedan producirse".

Más de sesenta vecinos entregaron ayer sus datos personales y de contacto a fin de organizar actos de protesta contra las fiestas. De momento, se han recogido más de 300 firmas, y la colecta continúa. La próxima cita será el 2 de septiembre, durante un acto público y televisado de promoción de las fiestas municipales.