Asaltan la caseta de IU durante las fiestas de San Sebastián de los Reyes

Jesús García Contador, portavoz municipal y coordinador de Izquierda Unida de San Sebastián de los Reyes, denunció ayer que unos vándalos rompieron la pancarta instalada en la caseta de su grupo político en las fiestas locales. Cerca de las cuatro de la mañana dos individuos de unos veinte años se colgaron de la pancarta que quedó destrozada. Los militantes de Izquierda Unida escucharon que algo ocurría y salieron de la caseta para ver qué era. En la entrada, recibieron amenazas e insultos por parte de los jóvenes, que les tildaban despectivamente a gritos con el apelativo de "¡rojos!".

Ante la salida de los militantes, los agresores abandonaron el lugar y, según informó Europa Press, se introdujeron en la caseta cercana de los simpatizantes del Partido Popular. IU denuncia que no se percibió presencia de seguridad en la zona de casetas a pesar de lo ocurrido. Añaden que, una vez advertida la Policía Local de los incidentes "ésta tardó 15 minutos en llegar, tiempo durante el cual los autores del acto vandálico escaparon de la caseta del PP o se trasladaron a otra".

IU advirtió que el hecho de que los autores de la agresión buscasen refugio en la caseta del PP, es una decisión que, en principio, "no compete más que a ellos" y que los hechos "nada tienen que ver con el talante de absoluta normalidad de cambio democrático con que los vecinos de San Sebastián de los Reyes, y los propios partidos políticos locales, han vivido los pasados acontecimientos electorales en el municipio".

No obstante, el grupo afirma que el altercado puede estar relacionado con la tardía hora elegida por el Consistorio para celebrar el pregón, a medianoche. "Como IU ya adelantó mostrando su rechazo, a esa hora se propiciaban los excesos y el alboroto".

Sobre las cinco de la mañana, otro alborotador profirió insultos y amenazas hacia los ocupantes de la caseta de IU, sin que, según los afectados, tampoco hubiese esta vez ninguna respuesta inmediata de la policía. Cuando llegaron, tras dos llamadas, el individuo ya se había marchado.