Fraga afirma que está "especialmente orgulloso" del complejo del monte Gaiás y de la planta de Reganosa

"Yo hice dos cosas por Galicia de las que estoy especialmente orgulloso: la Cidade da Cultura y la instalación de Reganosa en Mugardos. Y son las que más critican los que sólo saben criticar". No se había prodigado mucho durante el estío, pero ayer el ex presidente de la Xunta Manuel Fraga reapareció en una cena con la militancia popular en Cabanas (A Coruña) para romper una lanza a favor de los dos proyectos más controvertidos que se han gestado durante su etapa al frente del Ejecutivo gallego.

"Galicia necesita y Santiago merece un centro de esta naturaleza" manifestó Fraga para referirse a la ingente obra del monte Gaiás, que "espera ver terminada pronto". "De todas las obras que hice en 16 años, éstas dos son de las que estoy más satisfecho", recalcó el ex presidente autonómico, quien comparó las críticas al gigantesco proyecto cultural de Santiago con las descalificaciones que recibieron en su época el palacio de Versalles y el Monasterio de El Escorial. Fraga defendió además la instalación de Reganosa en Mugardos como "fuente de energía" alternativa al cierre de la mina de As Pontes y rememoró cómo se gestó el proyecto gasístico de la mano del empresario pontés Roberto Tojeiro, promotor y accionista de la compañía. El ex presidente considera que los opositores a la regasificadora pretenden "sacar algún dinero" y aplaudió el potencial energético de la planta de gas.

Fraga también se pronunció sobre la polémica surgida en los últimos días en torno a la enseñanza del himno gallego y alimentada a diario con las declaraciones cruzadas de populares y nacionalistas. El ex presidente de la Xunta consideró que algunos versos de la segunda parte del himno "pudieran ser políticamente opinables para algunos", pero insistió en que "no se debe hacer obligatorio nada que no quieran los padres". Desde su santuario veraniego en Perbes (Miño), donde aseguró haber disfrutado de "los mejores y los peores días de mi vida", en alusión al atentado terrorista perpetrado por el Exército Guerrilheiro en 1989, el ex presidente del PP de Galicia se desplazó hasta la vecina localidad de Cabanas para participar en una cena organizada por el PP local en el club marítimo de A Penela con motivo del final de sus vacaciones.