Javier Mayol, empresario

Javier Mayol Mundó era un empresario que aplicaba una vertiente humanista a sus iniciativas. Al frente de una saga de hermanos herederos de un pionero de la navegación turística y haciendo realidad los sueños de su padre, hizo resurgir de las cenizas un negocio familiar a partir de la recuperación de una vieja golondrina, una de esas barcas dedicadas a las excursiones marítimas. Creó la compañía Barcos Azules, una compañía que agrupa la flota de embarcaciones que permite visitar diariamente el enclave paradisiaco de Sa Calobra en la costa norte de Mallorca.

Igualmente, encabezó hace unos años una actuación dirigida a recuperar la estabilidad empresarial y el prestigio de otro elemento peculiar y único en la historia del turismo en Mallorca, El Tren de Sóller. Como presidente de la compañía centenaria, ha revitalizado su presencia y consideración en el paisaje de las montañas de Sóller, villa de naranjales y tierra de emigración a lo largo del siglo pasado.

Mayol, movido por unas inquietudes directamente relacionadas con el mundo de la cultura creó la Fundació Tren de l'Art, adaptando dos salas de la antigua estación de Sóller -sala Miró y sala Picasso- para exhibir con carácter permanente una muestra de obras de ambos pintores. Ligó turismo, empresa y cultura. A la vez, en los antiguos talleres de la estación de Palma habilitó un espacio expositivo inaugurado en el año 2006 con una extensa exposición de pintores paisajistas mallorquines. Nacido en Barcelona, cursó estudios de Económicas y era padre de dos hijos. Presidente del Club Náutico del Port de Sóller, amante del cine y de la navegación por el Mediterráneo, falleció este domingo, a los 47 años, entre el desconsuelo de la comunidad y de quienes éramos sus amigos.