Notting Hill baila con el carnaval de la libertad

Miles de asistentes inundaron ayer las calles del barrio londinense de Notting Hill para participar un año más en su popular carnaval de verano, la mayor fiesta callejera de Europa. Con el lema de Set all free (Liberadlos a todos), la procesión multicolor de disfraces celebró la abolición del comercio de esclavos hace 200 años. El recuerdo cobra especial relevancia en un vecindario que tradicionalmente, sobre todo desde los años cincuenta, ha recibido a la población inmigrante procedente de las ex colonias de la Corona británica en el Caribe.

El principal objetivo de la fiesta, sin embargo, sigue siendo la diversión, como cada año. Un número con bailarines ataviados con unos vistosos trajes de plumas inició la procesión de carrozas. Varias bandas de música marcaron el paso con ritmos caribeños como el calipso y la soca, que acompañaron a la multitud durante las tres millas del recorrido, desde Great Western Road a Ladbroke Grove, junto al famoso mercado de Portobello. "Hay jaleo, animación y la gente baila por las calles", señaló a Sky News uno de los organizadores, Michael Williams. "Es un gran día de fiesta para toda la familia", añadió.

Gastronomía caribeña

El avance de los participantes se complementó con los más de 300 puestos de comida que servían especialidades caribeñas, desde la cabra al curry, el pollo a la barbacoa con especias o un plato de arroz con guisantes jamaicanos. Los organizadores esperan reunir unos dos millones de visitantes procedentes de todo el mundo durante las dos jornadas que dura la celebración.

Para acoger a semejante congregación, los organizadores prepararon cinco toneladas de pollo y 16.000 cocos, junto a 10.000 litros de cerveza y 25.000 botellas de ron. El tiempo acompañó la fiesta y los cielos permanecieron despejados, después de un verano extremadamente lluvioso.

El único incidente que se registró sucedió antes del inicio del carnaval. La policía detuvo a 21 individuos sospechosos de planear altercados durante la celebración. Otros cuatro fueron detenidos por delitos relacionados con la posesión de drogas, y uno por vandalismo.

"Haremos todo lo que podamos para detener a esa pequeña minoría que quiere echar a perder este vibrante acontecimiento para que lo puedan disfrutar los miles de asistentes que lo disfrutan cada año", señaló Chris Allison, comisaria adjunta de la Policía Metropolitana, ante la perspectiva de tener que garantizar que una fiesta con cerca de un millón de asistentes transcurra con normalidad ayer y el segundo día de la celebración, que será el próximo día festivo del mes.