"Somos más directos; podemos matar un partido en cualquier momento"
Anderson Luis de Souza (Sao Bernardo do Campo, 1977), conocido futbolísticamente por Deco, empieza su cuarto ejercicio en el Barça después de una pretemporada en la que se ha dudado reiteradamente sobre su titularidad y se ha barajado su posible salida del club azulgrana.
Pregunta. ¿Asusta más tener cuatro hijos en la familia o enfrentarse a Albelda en el campo?
Respuesta. Los niños, sin duda; son muchos y pequeñitos.
P. El parto de su esposa marcó el inicio de su pretemporada. Usted abandonó la gira asiática durante ochos días, no ha sido titular en los amistosos...
R. Las dudas las ha generado un determinado periódico que desde mi llegada me está intentado vender; parece que tenga un porcentaje del traspaso. El entrenador y el presidente me han dicho que me quieren.
"Hoy y dentro de cien años, el rival es el Madrid. Además, es el campeón, pero no es el único: el Sevilla ha pasado la barrera y ya es un grande"
P. ¿Habló con ambos?
R. Sí. Le dije al presidente que si me quería vender que lo entendería, que la vida sigue. Yo elegí estar aquí, pude ir a otro sitio, pero en el fútbol estas cosas pasan. Gracias a Dios tengo ofertas y lo he dejado claro: si prefieren traspasarme que me lo digan, seguiré siendo del Barça. La respuesta fue que me quieren aquí. Eso es importante y me tranquilizó. Cada mañana me despierto feliz por trabajar en este club y con ganas de ser mejor.
P. ¿Es fiable el Barça actual después de cuanto sucedió el año pasado?
R. En el Barça el nivel de exigencia siempre está a tope. Fue un año de grandes ilusiones y generó grandes decepciones. Este año estamos más preparados, en todos los sentidos.
P. ¿Han vuelto a la tierra?
R. Hace un año todos escribían que éramos los mejores. Ahora es fácil atacarnos por no haber tenido los pies en el suelo, pero recuerdo que si subimos a la nube no lo hicimos solos, nos subieron. Es fácil acusarnos de falta de humildad. No era ése el problema.
P. ¿La sensación de ser imbatibles puede contagiarse?
R. Nos faltó tener miedo a perder la Liga. Inconscientemente nunca contemplamos la posibilidad de perderla, hasta que nos quedamos sin ella. Ese pudo ser nuestro error. No se trata de buscar culpables, ni de hablar mucho, ni de correr más. Se trata de trabajar más y mejor. El año pasado fue duro, pero en tres temporadas hemos ganado dos Ligas y una Champions. Si el día que llegué me lo hubieran dicho, lo hubiera firmado, y ahora parece que no hemos hecho nada.
P. Pero la llegada de Henry ha vuelto a disparar esa euforia de equipo invencible; se habla del Barça de los cuatro magníficos...
R. Siempre que se ficha es para mejorar y, en principio, somos más fuertes. La calidad es importante, pero hay que trabajar. En esto hay mucha publicidad; es normal, es como en la época de los galácticos. Pero éste no es un deporte individual así que con cuatro fantásticos no ganas.
P. Usted nunca se consideró un jugador mediático.
R. No lo busco. Pero si juegas con la camiseta del Barça automáticamente te conviertes en un referente mediático. Es como Messi: si pudiera, sería invisible. Otros, no; va con el carácter.
P. Por su carácter se le señala a menudo como el líder. ¿Se siente incómodo en ese rol?
R. El líder es Puyol, nuestro capitán. Yo sólo pretendo hacer mi trabajo. Buscar el liderazgo es imposible, llega o no llega, te lo dan. Eso sí, soy un ganador y supongo que eso se contagia.
P. El pasado fue su peor año en cuanto a títulos, pero, ¿también por rendimiento?
R. No. Estoy muy satisfecho de mi rendimiento en la Liga de Campeones, pero como no la ganamos, parece que jugué peor que el año de París. Los que no saben de fútbol se quedan con el resultado.
P. ¿La llegada de Touré le afecta en algo?
R. Sí, da fortaleza al centro del campo y libera a los interiores. Pero el debate está equivocado. No es Touré o yo. Yo no soy un pivote. He jugado con Márquez, con Edmilson y con Motta, por detrás. Además, no me gusta ese contencioso. Todos hablan de que el Barça necesita una plantilla larga y competitiva, y cuando la tenemos, ellos mismos nos disparan al pie buscando roces entre nosotros malinterpretando declaraciones. Mire lo que me pasó a mí.
P. ¿Qué le pasó?
R. Dije que si no era titular en Santander trabajaría para encontrar mi espacio y que si a final de temporada veía que no lo conseguía tomaría una decisión. ¡Quiero jugar y trabajaré para ello! Pero yo nunca dije que si no jugaba en Santander me iba del Barça y leyendo algún periódico lo parece. Sé que me tocará estar en el banquillo, porque somos muchos, y lo acepto como algo natural. Pero también sé que al final de la Liga todos jugaremos más o menos lo mismo. Mira el caso de Iniesta: en mi primer año fue el que más jugó, pero no empezó siempre de titular.
P. ¿Es más fuerte el equipo por esa competencia?
R. Yo prefiero tener a Henry, a Abidal y a Touré que no tenerlos. Espero que seamos capaces de volver a tener un equipo incómodo, duro, que presione. Estamos buscando eso. Las sensaciones son buenas. La principal razón del triunfo es el trabajo, cuidar muchos detalles. También la calidad, pero antes el trabajo.
P. Da la sensación de que el año pasado se trabajara poco...
R. No, no trabajamos poco, pero quizás no trabajamos de la mejor manera. Otros lo hicieron mejor. Y no jugamos solos. Cuando llegué la gente lo daba todo por ganar una Copa del Rey y ahora parece que la Liga sea un paseo. Los títulos salen del trabajo, es la base que permite mejorar en muchos detalles, y se ganan trabajando mucho y hablando poco. Quien mejor trabaja es quien más gana.
P. Al final de la temporada se habló mucho del código interno, de la falta de disciplina....
P. Nadie me ha dado un libro con las normas. Yo sé lo que tengo que hacer. Cuando pierdes es normal que busques mejorar y si el club cree que en ese sentido se podía mejorar, obra en consecuencia... No es un tema que me preocupe. Me preocupa hacer un equipo mejor.
P. En ese sentido, ¿qué aportan Touré y Henry?
R. Touré genera competitividad y da equilibrio. Por sus características, libera mucho a los volantes, da fortaleza. Con Henry también aumenta la competencia y ganamos profundidad. Antes, cuando no teníamos a Eto'o nos faltaba ese tipo de delantero. Ahora también está Henry: somos más directos, podemos matar un partido en cualquier momento.
P. Hablaba de rivales. El año pasado se decía que el Barça era su rival. ¿Eso ha cambiado?
R. Hoy y dentro de cien años, el rival es el Madrid. Además, es el campeón. Pero no es el único. El Sevilla es un candidato al título por derecho propio. Ha pasado la barrera y ya es un grande.
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