Las lagunas de comunicación de Pablo y Perea
Al Atlético no le basta con Agüero para mitigar los errores defensivos
Mientras el Madrid posaba para la galería, disipado, encantado de conocerse, con la Copa del título de la pasada Liga, Forlán corrió, impaciente, hacia la posición de Agüero. El Kuhn, en plena ebullición, dio una docena de toques al balón sin dejarle caer al césped. A continuación, lanzó una vaselina. El pasado se hacía presente. Harto de que le recordasen el globo que falló la campaña anterior, de que un tiro raso era la mejor opción ante la salida desesperada de Casillas, el menudo punta argentino cumplió su vendetta. Aunque no fuera con la pelota volando en el coso madridista. "Joder, siempre la misma jugada. No me arrepiento, volvería a intentarla", se indignó Agüero esta semana. Anoche volvió a intentarlo en el último minutos, con una diferencia: no tenía otra opción ante Casillas, a diferencia de los ocurrido en el pasado curso. Y eso que a los 58 segundos machacó, libre de marca, un balón peinado por Raúl García, tras un córner botado por Pernía.
La conexión del Río de la Plata exigió de lo lindo a la defensa del Madrid. Forlán y el niño de Buenos Aires, bien secundados por las alas por Maxi y Simão, reforzaron las tesis de Javier Aguirre. "Hemos mejorado en el papel. Luego hay que ponerlo en práctica, pero hemos comprado goles", reconoce el técnico del Atlético. En lo que no se muestra de acuerdo es las carencias de la defensa. "Que no, que no; no podríamos tener un equipo mejor. Estoy muy satisfecho", es la réplica del mexicano. No muy convincente. Perea y Pablo abrieron la puerta a la escuadra de Schuster. Aunque se mostraron más sintonizados que en el arranque de la pretemporada, siguen mostrando "lagunas de comunicación". Lo que da pie a las acciones que tan poca gracia hacen a Aguirre. "¡No puede faltar la comunicación a estos niveles!", suelen cabrearse en el banquillo rojiblanco.
Si Agüero volvió loco a Cannavaro como acostumbra, a Perea le faltó un tris para hacerse el haraquiri. El zaguero colombiano no dio pie con bola. Sin apenas descanso tras la disputa de la Copa América, sus piernas le pesan. Falto de velocidad punta, sus déficits rebosan en las citas de alcurnia. Sus despejes, blandos como gominolas, solían caer en los pies del rival.
Agüero y compañía mitigaron los terremotos defensivos de su equipo. Forlán, Maxi, Simão... Intentaron secundar al Kuhn. Casillas trabajó a destajo. Dio lo mismo. El Atlético sigue sin ganar en el Bernabéu. Con Fernando Torres y sin él. Ya van ocho años.
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