Inmigración e inseguridad

El otro día, caminando por Barcelona, vi una pegatina que decía: "Inmigración = Inseguridad". He intentado comprobar si este eslogan es cierto y, según el Ministerio del Interior, la inmigración en España creció el año pasado un 23%. Efectivamente, hay cada vez más inmigrantes, pero mientras que las detenciones practicadas por infracciones penales sobre ciudadanos de terceros Estados se redujo en un 0,3% en ese mismo año, la de ciudadanos españoles aumentó un 0,7%. En otras palabras, en 2006 llegaron más extranjeros a nuestro país, pero somos los españoles quienes hemos aumentado nuestra tasa delictiva. Entonces, ¿por qué esta percepción del inmigrante como un peligro?

Me pregunto si no tendrá alguna relación con la reiterada insistencia en la nacionalidad de los criminales únicamente cuando no son de nuestro país. Así, por ejemplo, en el artículo de EL PAÍS sobre la detención de El Solitario, en ningún momento se mencionó de dónde era, sino que residía en Las Rozas, tenía 45 años y medía 1,70 metros. Lo mismo ocurrió con el agente forestal que desató el incendio en Gran Canaria. El artículo del 27 de julio nos informa sobre su edad y profesión, pero ignoramos su procedencia. Por último, no sucedió lo mismo con el asesino de Fernanda, sobre el que se comunicó que era colombiano y tenía 28 años.

¿No estamos contribuyendo a que la gente se crea esa mentira de que inmigración equivale a inseguridad.