Capitalismo global
Repatriaciones: el presidente del Gobierno español, supuestamente de izquierdas, tras pertrechar muros y fronteras, se enorgullece de repatriar (es decir, perseguir, amedrentar, encarcelar, expulsar) a miles de personas que huyen de una pobreza global que no cae del cielo.
Apagones en Barcelona: un servicio privatizado que, siguiendo la lógica del sistema, abandona todo objetivo público para engordar sus millonarios beneficios, "descuida" el mantenimiento y apaga la segunda ciudad del país.
Juguetes contaminados: empresas transnacionales deslocalizan a China, aprovechan las condiciones de esclavitud laboral de una dictadura para abaratar costes, subcontratar y, de nuevo, engordar la ganancia.
Delitos ecológicos: la derecha española prioriza, a cara descubierta, la propiedad y el urbanismo salvaje frente a la lucha por conservar el medio ambiente y el respeto por el Constitucional.
Son algunas de las noticias del verano y nos afectan a todos. Los gestores estatales del capitalismo se pasan la pelota; muchos trabajadores, consumidores y votantes se conforman; pero el ciudadano que llevamos dentro, creo yo, antes o después dirá basta.