1.001 indios
Las historias de las matemáticas suelen dedicar un capítulo introductorio a sus posibles orígenes prehistóricos, preguntándose qué pudo llevar al "hombre primitivo" a interesarse por primera vez en la numerosidad de las cosas: un momento épico en la historia del planeta Tierra, tal vez sólo comparable al instante en que Pebbles pronunció su primera palabra. Quizá debieran irle añadiendo otro capítulo más, porque la capacidad cognitiva de la numerosidad no sólo se ha documentado ya en los grandes monos, sino también en los pequeños, y de paso en los delfines, los leones, los perros, las ratas y una amplia variedad de pájaros.
La numerosidad no sirve para resolver ecuaciones diferenciales, desde luego, ni siquiera para plantearlas, pero es lo que los "hombres primitivos" seguimos usando para contar las cosas a ojo: el tipo de cálculo que resulta en los 1.001 indios del chiste (porque viene "uno delante y unos mil detrás"). Los bichos necesitan esta facultad por razones palmarias: quien confunda a tres predadores con 30 se extingue en forma de chuletas.
Se sabe que las lesiones del córtex parietal humano (a los dos lados de la coronilla) dañan gravemente o eliminan la capacidad para comprender los números. Y en experimentos de imagen (con resonancia magnética funcional, fMRI), esas regiones del córtex parietal se "iluminan" cuando los voluntarios están haciendo cuentas. Estas razones han llevado a Michael Platt y sus colegas de la Universidad de Duke a explorar la zona con detalle en el cerebro de los macacos.
Los macacos estaban mirando una pantalla en la que aparecían conjuntos de puntos en distinto número y configuración. Y los científicos han encontrado grupos de neuronas en el córtex parietal cuya actividad aumenta en proporción directa al número de puntos rojos sin que importe su configuración. La relación es lineal en un amplio intervalo de numerosidad -entre 2 y 30 puntos rojos- antes de saturarse.
La realidad imita al arte, y estos circuitos eran una predicción de los modelos de procesamiento numérico propuestos por los científicos de la computación. Estiman a ojo la cantidad de objetos y le pasan los 1.001 indios al departamento de "identidad numérica".
Dice Platt: "La evolución sentó los fundamentos del conocimiento numérico mucho antes de que los primeros matemáticos trazaran sus símbolos en tablas de arcilla". Ya podemos pasar al capítulo uno.
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